El Getafe se quitó ante el Deportivo (1-2) el mal sabor de boca que le había dejado la derrota ante el Atlético y le bastó la velocidad de su ataque con los tantos de Yoda y Lafita para superar a un rival mal posicionado, frágil en defensa e incapaz arriba hasta que el portugués Postiga le metió en el partido en los diez últimos minutos. El cuadro madrileño, que sacó a relucir su pegada, volvió a sembrar dudas en el Depor, que nada se pareció al equipo que había despertado ante el Valencia tras cuatro derrotas.