Llega el Real Zaragoza al llamado derbi del Moncayo, al partido más especial del curso por el buen ambiente que hay entre las dos aficiones, en un galopante estado de necesidad tras una terrible racha de una sola victoria en diez partidos, con nueve puntos de 30 como desolador balance. Pero aún peor que la racha es la imagen que el equipo dirigido por Ranko Popovic ha desprendido, culminada con la goleada en el feudo del líder Betis, donde solo compitió medio tiempo y después bajó los brazos. El Numancia es un rival irregular, pero incómodo a domicilio, aunque lo cierto es que al cuadro aragonés casi cualquier enemigo le parece una montaña y necesita ya acabar con su actual dinámica, necesita resurgir, volver a ganar, demostrar que va a optar a esa sexta plaza y a los playoffs.

En esta Segunda tan mediocre, lo que aún penaliza más el mal momento zaragocista, perdió la Ponferradina en casa del Barça, colista hasta ayer, por lo que una victoria ante el Numancia le permitiría al Zaragoza viajar a El Toralín el domingo igualado a puntos, porque para recuperar hoy la sexta plaza tendría que ganar a los sorianos por más de cuatro goles. Pero primero hay que vencer al conjunto de Anquela y no vive precisamente cerca del triunfo el equipo de Popovic, que solo ha sido capaz de superar al Racing de Santander en las últimas 10 citas ligueras y que lleva cuatro partidos consecutivos --Llagostera, Lugo, Alcorcón y Sporting-- y más de dos meses en La Romareda sin ser capaz de vencer. Si hoy tampoco lo logra igualará la anterior peor racha casera, ya que el curso pasado alcanzó hasta cinco partidos en el Municipal seguidos sin llevarse los tres puntos.

Ha tenido mucha paciencia el zaragocismo con su equipo, pero en los últimos partidos en casa ya se ha escuchado una música de viento que ha ido en aumento. Hoy, en el choque en que se espera la mejor entrada en el curso, se han organizado iniciativas de apoyo al equipo. Es obvio que la afición sabe que este Zaragoza tan mediocre y de pocos argumentos necesita ese apoyo y que conoce la difícil tesitura del club, pero ese cariño y esa paciencia tienen un límite. Los problemas no justifican todo, no, desde luego, el pobre nivel actual y tanto Popovic como sus jugadores saben que hoy necesitan recuperar el crédito perdido.

El técnico serbio, que hoy cumplirá el tercer partido de su sanción, tiene el respaldo del club, que ni se plantea una decisión drástica en el banquillo y que afirma que el proyecto con el entrenador es a largo plazo, ya que firmó hasta el 2016. No se puede quejar Popovic de la confianza en él, más cuando los resultados no acompañan.

El Numancia recuperó aire con la victoria ante el Barça B y llega a La Romareda sin ninguno de sus exzaragocistas --Gaffoor, Ripa y Antonio Tomás--. El conjunto de Anquela es un rival consistente a domicilio, aunque lo era más en la primera vuelta, y que tiene en el balón parado su punto fuerte, con Julio Álvarez como indiscutible referencia futbolística y con Enrich como artillero. En Los Pajaritos ya superó de forma clara al Zaragoza y esa derrota le costó el puesto a Víctor Muñoz. Hoy llega a La Romareda con la idea de apurar sus opciones de mirar a la promoción, que tiene a seis puntos, aunque en el Numancia se tiene claro que el único objetivo por ahora es la permanencia.