No hubo color ni opción a la sorpresa. El Real Madrid superó de cabo a rabo a un Tecnyconta al que no le alcanzó para tapar todas las vías de agua por las que se le escapaba el rival aunque el marcador no se disparó hasta el último cuarto. Al equipo aragonés le falló la defensa, el rebote, tuvo problemas de faltas y para anotar en algunas fases. El Real Madrid se mantuvo a una distancia prudencial hasta que en los últimos diez minutos pisó el acelerador para despegarse definitivamente del rival. El marcador reflejó un 93-65, la valoración un 116-47.

Quizá un equipo de la calidad del Real Madrid no sea el mejor termómetro para calibrar las posibilidades de este equipo, pero sí hay errores que se repiten y deben ir corrigiéndose. El Tecnyconta Zaragoza tiene un serio problema atrás. O no defiende y permite al rival llegar fácil a la pintura o se carga de faltas demasiado rápido. Le sucedió ayer de nuevo. El equipo entró en bonus enseguida en el primer cuarto, a Tomás Bellas le señalaron la segunda a los dos minutos de juego y el Real Madrid tuvo la línea de tiros libres como un recurso más desde el que ir sumando puntos y manteniendo la distancia. El Tecnyconta encajó 26 puntos en el primer cuarto.

Hubo dos diferencias fundamentales en esos primeros diez minutos y en todo el partido en general. Una, en el rebote. 11 cogió el Real Madrid por 2 el Tecnyconta en los primeros diez minutos, 45-25 fue la diferencia final. La cuestión del rebote ofensivo puede explicarse por el hecho de que el equipo aragonés apuesta por el triple, juega con todo el equipo abierto y, por tanto, le cuesta más cerrar el rebote. El defensivo es otra historia. Hasta 29 capturas atrapó el Real Madrid tras un lanzamiento propio, 29 nuevas oportunidades para un rival que es difícil que falle dos veces seguidas.

La otra gran diferencia estuvo en los tiros libres, en las faltas personales. El Real Madrid fue 28 veces a la línea del 4,60 por las 11 del Tecnyconta. Al equipo zaragozano le pitan muchas faltas en contra porque defiende mal y le pitan muy pocas a favor porque le falta agresividad, contundencia, para encarar el aro rival. Apenas se buscan penetraciones, unos contra unos. Ya se sabe que este Tecnyconta de Jota Cuspinera va a buscar a los tiradores, lanzamientos liberados y abiertos. Y no le está yendo mal con los tiros de tres. Ayer volvió a firmar un buen porcentaje (9/24, 33%) y fueron los triples lo que le mantuvieron vivo -o con la sensación de seguir vivo- pero necesitará más argumentos para poder ganar.

Necesitará más aportación de su juego interior, tanto de sus pívots, a los que no encuentra en las mejores situaciones posible, como de sus cuatros. Dragovic tuvo ayer un día especialmente aciago, mientras que Álex Suárez salió por contra muy enchufado en casa y fue de lo mejor del equipo (12 puntos, 4/6 en triples y 6 rebotes). Y necesita más de sus aleros. En Madrid jugó sus primeros minutos de la temporada Lovro Mazalin, al que todavía le falta para hacerse con la competición. Por fuera solo Gary Neal, con intermitencias, y un poco Tomás Bellas mantuvieron el tipo. Blums no tuvo la chispa de cuatro días antes.

Así, aunque el Madrid marcó pronto diferencias con una decena de puntos de distancia, el partido se movió durante los tres primeros cuartos en esa senasción de que ni el equipo local era capaz de marcharse del todo ni el visitante de acercarse del todo. La ilusión se disipó por completo en los últimos diez minutos. Ahí el Real Madrid subió varios grados su intensidad y fue un vendaval para un Tecnyconta que se vio completamente superado (32-16). El mismo muro de siempre.