Desafiando al cierzo y al frío las gemelas Sánchez Alayeto y la pareja argentina Quiles-Allemandi se vistieron de corto para escenificar a los pies del alma del Ebro la llegada del World Padel Tour a Zaragoza. La cita llega por tercer año consecutivo a la capital aragonesa como el gran desafío para la pareja zaragozana, que aún no han podido reinar en casa pese a coronarse como números uno del mundo. Se les resiste el torneo que afrontan más motivadas y, sobre todo, más arropadas. «Llevamos diciendo todos los años que en esta pista somos tres contra dos, queremos sentir el calor de esa gente, que siempre lo notamos. Ojalá que podamos hacer nuestro juego, que salgan las cosas bien y todo el público esté con nosotras», explica Mapi Sánchez Alayeto.

La fase previa se disputa este año en Plaza, mientras que la parte final tendrá como escenario el Príncipe Felipe, un pabellón que gusta a propios y extraños. «Jugar en ese pabellón muy pocas veces lo hubiésemos imaginado al principio de nuestras carreras. Es un pabellón de primera línea y ojalá jugásemos todos los torneos en sitios así», dice el argentino Allemandi. Así que más especial aún es para quienes juegan en casa. «Especial es que jugamos en casa delante de nuestra familia, amigos y todos los maños. Desde aquí hacemos un llamamiento a todo el público para que vaya al Príncipe Felipe a animarnos, a dejarse la piel con nosotras, que nosotras intentaremos hacerlo en la pista y, entre todos, poder alcanzar esa victoria», dice Mapi.

Una victoria que sería la primera en Zaragoza y la primera también de esta temporada. «En Badalona no estuvimos cómodas en ningún momento del torneo, estuvimos algo defensivas, no conseguimos hacer nuestro juego agresivo, no estábamos cómodas en la red y tuvimos demasiados fallos. En Alicante empezamos a encontrar nuestra línea de trabajo pero en la final tuvimos demasiados errores no forzados y en esas rondas finales esos detalles se notan y al final perdimos», resume Majo. La victoria está cerca y nada les gustaría más que conseguirla el próximo domingo. «Hemos perdido una semifinal, en la final, hemos llegado a las rondas finales y el circuito femenino está muy igualado, estamos cuatro o cinco parejas con muy poca diferencia. Estamos luchando por el título en cada torneo y creemos que al final llegará. No nos presionamos por que sea aquí en Zaragoza, sí que es verdad que lo vamos a buscar, nada nos gustaría más», añade Majo.

Las zaragozanas esperan transformar la presión de jugar y ser favoritas en casa en algo positivo. «Sientes esa responsabilidad, pero se trata de hacer que sea más motivación que presión», dice Majo. Lo que no tienen tan claro es qué harán en caso de victoria. «Está todo el mundo con que bailemos una jota pero tenemos que reconocer que no tenemos ni idea. Nos estamos pensando si ganar o no por eso», apunta entre risas Mapi. El cuadro masculino también se presume igualado, más aún tras la baja anunciada ayer de la pareja Lima-Belasteguin por la lesión en el codo de este último. «En dos torneos ha habido cuatro finalistas distintos por lo que cualquier pareja puede pelear por el campeonato», recuerda Allemandi.