Han pasado menos de tres semanas desde que Isabel Macías fue la novena en los 1.500 metros lisos de los Campeonatos del Mundo disputados en Estambul y la atleta del Valencia Terra i Mar ya se ha puesto las pilas pensando en los Juegos de Londres. Tras el Mundial tuvo una semana de descanso en Sevilla y ya ha vuelto al duro entrenamiento.

Esta era una semana de carga para la mediofondista. El pasado miércoles tenía una sesión muy dura, pero tuvo que cambiar sus planes sobre la marcha. La mañana la dedicó a los libros y a una visita al colegio de La Estrella, el centro escolar donde se inició en el atletismo. Y por la tarde tenía un compromiso con el Gobierno de Aragón con la Gala del Deporte. Macías ganó el galardón como la mejor deportista del año.

Por la mañana había una gran expectación en el colegio público de La Estrella por estar con la campeona de España de los 1.500 lisos. El colegio más grande del barrio de La Jota, con sus 665 alumnos, tiene en un pedestal a Macías. En una sala tienen fotos dedicadas y camisetas de la atleta zaragozana.

Pese a que los niños tienen desde los ocho a los once años son conscientes que Macías es una estrella del deporte. "Isabel Macías es la novena del mundo y la campeona de España de 1.500 metros y me dio la copa cuando gané la copa del cross de la Estrella", decía Alejandro, que tiene ocho años. Laura tiene diez. "Hago atletismo y tenis. Entrenamos dos horas, el lunes y el miércoles. Me gusta la marcha. Macías es una atleta que tuvo como maestro a José Luis. Me gusta como corre y nos visita muchas veces", dice la niña.

Y Macías llegó puntual a la cita. Con sus pantalones vaqueros y su llamativa sudadera de color rosa del Valencia fue, durante media hora, la protagonista del centro. "La primera imagen que tengo de Isa es con la camiseta a la altura de las rodillas porque era más bien menudilla. Se le veían muchas ganas a la hora de entrenar y competir. Tenía todas las características para llegar a donde ha llegado", explica José Luis Morte, el director del colegio y primer técnico de Macías.

Morte es uno de los claros ejemplos de los buenos maestros que consiguen milagros deportivos con escasos medios, pero mucho trabajo e ilusión. Ahora tiene 57 años. "En el colegio Cervantes Pedrola nos metimos en los Juegos Escolares junto a Ramiro Serrano, que estaba en Fuendejalón. El primer año tuve cien atletas en La Estrella. Ahora tenemos 21 benjamines y alevines", afirma Morte.

Reconoce que nunca pensó que Macías llegaría tan alto en el deporte. "Empiezan muchos y acaban muy pocos. Aquí hemos tenido atletas buenísimos y ahora falta materia prima. Guillermo González y Macías junto a Miriam Fernández son mis ahijados y todos reunían las características para haber llegado al máximo", afirma. Su ilusión es que Macías sea la primera deportista olímpica del colegio. "Sería un orgullo. Pero tiene complicado llegar a la final".

Los inicios

Macías comenzó a hacer atletismo a los nueve años viendo por la tele el triunfo de Fermín Cacho en Barcelona. Entonces Isa tenía muy claro que sería atleta olímpica. "Quería ser como Fermín. Era más inconsciente y pensaba ir a los Juegos en el 2000 con 20 años y a los 22 me retiraría. Ahora te das cuenta lo duro que es estar arriba", reconoce la mediofondista.

Su primera carrera fue en una excursión a Fuendejalón. "Fue un poco por casualidad. Pensé que era una excursión y resulta que era un cross. Fue una mañana muy divertida y quedé sexta. El año siguiente José Luis vio en mí ciertas cualidades y le dijo a mi madre que me recomendaba que hiciera atletismo", recuerda Macías.

A Macías le quedan recuerdos muy frescos de su infancia. "El colegio ha cambiado mucho, pero recuerdo perfectamente el sitio donde comía y el lugar que ocupaba en clase". Nunca olvidará los métodos de entrenamiento de Morte. "Siempre fue muy comprensivo y un gran educador. Sabe cómo hacer las cosas y tiene mucha paciencia. Su metodología siempre ha sido muy buena y ha sido muy afectivo con todos los niños". Tiene la carrera de Magisterio y le ilusionaría trabajar en un futuro en La Estrella. "Me gustaría aportar todos los valores que José Luis me ha transmitido. Si él no hubiera visto aptitudes en mí, igual no estaría luchando por unos Juegos", reconoce Isabel Macías.