El grave tropiezo del Zaragoza en Murcia ante el UCAM terminó por agigantar una crisis que ya se había cocinado mucho antes y que pone hoy, en el retorno a La Romareda y frente al Lugo, a Raúl Agné en el disparadero, necesitado de un triunfo que calme ánimos y que silencie sentencias de destitución, que en caso de derrota, que sería la cuarta consecutiva, resonarán como futuro para el técnico de Mequinenza. El Zaragoza, decimoquinto con solo tres puntos de renta con el descenso y cada vez más lejos de la promoción y del necesario maná que supone subir, vislumbra un final de temporada lleno de sufrimiento si la reacción no llega pronto porque la amenaza de la Segunda B es un peligro que, de consumarse, supone una invitación a la liquidación de un club con una deuda mastondótica.

En el sumario juicio a esta nueva crisis en una temporada tan gris no solo se la juega el entrenador, aunque su decisión es la más inminente, ya que también están bajo la lupa los jugadores, de bajo rendimiento en muchos casos, la labor de Narcís Juliá, que ha construido una plantilla repleta de carencias que se están intentando subsanar en la moneda al aire que es el mercado de enero, y el propio rumbo deportivo de la Fundación, que no ha logrado la estabilidad sobre el césped.

La Romareda ha dado esta Liga más muestras de hastío que de enfado. El curso, por ahora, es el más mediocre desde el descenso en el 2013. La primera gran crisis ya se llevó por delante a Luis Milla, allá por octubre, y Agné solo consiguió que el Zaragoza levantara vuelo de forma mínima a su llegada. Habrá que ver la respuesta del zaragocismo (el cómo y el contra quién) en caso de otro tropiezo ante el Lugo, de lo que también dependerá en alguna medida el futuro del entrenador.

CON NOVEDADES / Andan el Zaragoza, Juliá y Cuartero metidos de lleno en la revolución de enero que acaba el martes y que ya suma tres refuerzos, Valentín, Edu Bedia y Saja, mientras que Juan Muñoz y Popa hicieron las maletas. Faltan dos más, un lateral y un punta, pero ante el Lugo el Zaragoza llega en una fase de cambios que ha durado este enero, un mes donde por cierto solo ha habido derrotas por el momento para el equipo zaragocista, que sigue lastrado por su debilidad atrás, con 31 goles en 22 jornadas, un agujero colosal. Además, cada vez muestra menos capacidad para generar fútbol, algo agravado por el giro defensivo y sin resultado dado por Agné, un estilo que debería modificar.

Saja y Edu Bedia deben vivir hoy su estreno en La Romareda. Los refuerzos de enero tienen que llegar para aportar, para ser titulares. Eso dice la teoría. También regresa Lanzarote, una buena noticia si recupera el nivel, que ya va siendo hora. Las molestias de Casado pueden dar el lateral zurdo a Cabrera y retrasar al eje a Valentín, que anda tocado, opciones que el fútbol y la seguridad del equipo agradecerían.

El Lugo de Luis César tiene mucho gol, cuatro puntos más que el Zaragoza y una mayor sensación de bloque y de saber a lo que juega. Está sostenido en la irrupción de Pedraza y en la explosión goleadora de Joselu. La baja de Pita por lesión hará que Sergio Gil sea titular tras su polémica salida del club en el verano.