El deseo de resolver es un factor clave en cualquier conflicto, pero no siempre se tiene presente y, a veces, las circunstancias se tornan excesivamente complicadas cuando, a priori, no deberían ser así. Algo parecido es lo que le sucede a la familia Pardo-Salavera y al presidente del Santo Domingo Juventud, Tomás Alquézar, que no alcanzan un acuerdo común tras varios meses de negociaciones.

El detonante de la controversia es el siguiente: los padres de Diego Pardo, un chaval de diez años que juega como portero, solicitaron, al término de la pasada temporada 2010-2011, la tramitación de la baja como jugador de su hijo porque su deseo era no continuar en el Santo Domingo Juventud. Sin embargo, el club aludió que Pardo tenía una ficha federativa de dos temporadas y se negó a dejarle salir, ya que su obligación era cumplir con lo firmado y, por lo tanto, esta temporada debía seguir vinculado al club.

El artículo 136

Sin embargo, los padres de Diego aseguran que ellos dieron "los pasos oportunos" para que la situación fuera legal y la baja estuviera lista para que él pudiera jugar esta campaña en el Amistad (equipo con el que entrena un par de días a la semana, pero con quien no puede jugar). "Sientes impotencia. Cuando lo ves llorar porque quiere jugar y no puede, se te cae el mundo encima", explica Pilar Salavera.

Según el artículo 136 de la reglamentación general de la RFEF, "los futbolistas con licencia infantil, alevín, benjamín y prebenjamín quedarán libres de compromiso al finalizar cada temporada, excepto la última de su licencia, en que seguirán adscritos a la disciplina de su club si éste tiene equipo en la categoría superior a la de que se trate, salvo baja concedida por aquel por propia iniciativa o a solicitud del padre, madre o tutor, que la formalizarán, por escrito dirigido al club, entre el 1 y el 31 de julio de la temporada, enviando copia del mismo a la Federación autonómica correspondiente". A este último párrafo se acoge la familia Pardo-Salavera, quien reafirma que presentaron la documentación en el plazo. "El 1 de julio, el Amistad ya se puso en contacto con el Santo Domingo. Hablamos con el presidente, le dijimos que habíamos iniciado el proceso, pero nos dijo que no se iba quedar con un portero y que no iba a dar la baja", dice Víctor Pardo.

Diferentes organismos

El tema llegó a la Federación Aragonesa, quien emitió una resolución tres meses después donde aseguró que debían ser los padres los que tenían que tramitar la baja, pero que era el club el que tenía la potestad para facilitarla o no. "Cumplimos con el artículo. No entendemos nada. A veces sientes que se ríen de tí. La situación también es sabida por el Justicia de Aragón y la DGA, pero ellos no tienen competencia", dice Pilar.

Dicha controversia, que también ha llegado a la red --el tema ha sido muy comentado en un foro--, sigue sin solucionarse y Tomás Alquézar, presidente del club, argumenta dicha situación con la ley. "La Federación me avala y falló a mi favor cuando ellos presentaron una reclamación. Me ampara el reglamento", explica. Por el momento, el Santo Domingo ya ha fichado a un nuevo portero, pero Diego sigue sin obtener su baja. "Personalmente, el coordinador y el entrenador nos dijeron que, cuando esto ocurriera, harían el trámite. Pero el presidente ya dijo antes que no le iba a dar la baja. Diego solo quiere jugar al fútbol", matiza Pilar.