El Abierto de EEUU, segundo grande de la temporada, arrancó ayer con alternativas en el largo campo de Erin Hills (Wisconsin). El vasco Jon Rahm, que el año pasado se despidió precisamente de su etapa amateur en ese torneo, tuvo un flojo inicio, con una vuelta de 76 golpes (4 sobre el par) que hará que este viernes deba luchar al máximo para pasar el corte del segundo día. El canario Rafa Cabrera, en cambio, se mostró más regular en su tercera participación y acabó al par (72).

El campeón del Masters de Augusta, Sergio García, estaba jugando al cierre de esta edición, y está en la lucha por ser el séptimo golfista capaz de encadenar títulos en los dos primeros grandes del año. Solo Wood, Hogan, Palmer, Nicklaus, Woods y Spieth lo han conseguido hasta el momento.

Mientras el defensor del título del abierto de Estados Unidos, Dustin Johnson, comenzaba con una discreta vuelta de 75, quien se disparó en el arranque fue Ricky Fowler, que persigue su primer grande, con 65 golpes (-7). El estadounidense no cometió ni un fallo y lideraba en la casa club por delante de Harman, Fleetwood y Koepka (67) y Reed (68). Willett acabó con un pésimo 81, nueve por encima del par.