Alberto Berna es de cifras grandes y toda una institución dentro del fútbol aragonés. El técnico del Zaragoza Femenino acumula 25 años en los banquillos de la comunidad, motivo por el cual el Colegio de Entrenadores le otorgó la insignia de oro y ayer rubricó su renovación por dos temporadas más por lo que, al finalizar su nuevo compromiso, serán doce campañas en el banquillo del club. Ya suma más de 300 partidos, y los que quedan.

Una década siendo el entrenador del primer equipo en Primera da para muchas y variadas vivencias y, echando la vista atrás, al día de su debut en un banquillo femenino, significativos han sido los cambios hasta hoy. Berna destaca dos principalmente: «A nivel deportivo, el crecimiento es clarísimo y la competición ha aumentado mucho su nivel. De hecho, hay jugadoras de fuera que quieren venir. A nivel de clubs y de la Liga, el patrocinio de Iberdrola ayuda a profesionalizar, a que haya más dinero y patrocinadores en los equipos y eso lleva a un aumento de nivel». «Esto no va a parar de crecer y tiene muy buena pinta», recalca esperanzado.

Muy diferente es la situación del fútbol femenino ahora a la que se encontró en su primer día. «Fue, entre comillas, muy fácil porque llegué a un fútbol muy amateur en el que tenían mucho margen de mejora. No habían trabajado prácticamente conceptos como la zona, los desdoblamientos o las coberturas. Con la ilusión, ganas y profesionalidad de las chicas se hizo muy fácil».

El nombre de Alberto Berna será recordado sobre todo por el fútbol femenino, pero su bagaje y su currículum va más allá. Fue entrenador del Huesca en Segunda B y estuvo en Tercera y en Regional Preferente. Un día le llamó David Magaña, por entonces secretario técnico del club, y aceptó. El técnico afirma que es un fútbol «vistoso» en el que «el nivel de compromiso y de las jugadoras engancha». Por ello, agrega, «empezamos hace diez años y seguimos dando guerra».

Los siguientes pasos a dar

En este tiempo, el club, la Liga y las jugadoras han crecido de manera exponencial, pero todos quieren más. A nivel deportivo, el reto es «competir con el resto de equipos porque la Liga nos obliga a estar vivos. Casi todos los equipos son filiales de equipos de Primera División del fútbol masculino, donde los presupuestos y la exigencia son máximos». Para ello será clave el proyecto deportivo de la próxima campaña. Hasta el momento hay tres nombres confirmados (Sullastres, Denali y Aldai), pero en palabras del propio Berna, «tenemos otros tres fichajes cerrados y otro par o tres muy cerca». «Estoy ilusionado, contento y creo que mejoramos el nivel del año pasado», añade.

De todos modos, cada año, como el técnico reconoce, cuesta más competir con clubs cuyas estructuras son de equipos de Primera o Segunda División. Para esta campaña serán 11 de 16 conjuntos, por lo que Berna abre la puerta a una colaboración más amplia del Real Zaragoza. «Si tiene un equipo en Primera, el camino más directo sería colaborar con nosotros y nosotros con ellos. Ahora están a otra película y a otra historia porque a nivel económico está teniendo problemas y a nivel deportivo sigue en Segunda. Mientras no esté en Primera creo que no se plantean el fútbol femenino», comenta. Aún así, con menos recursos, han logrado llegar a dos finales de Copa de la Reina, ganar a todos los equipos grandes y vivir momentos mágicos. Y que así siga.