El capitán José Carlos Gil y los futbolistas más representativos de la plantilla, Edu García y Kevin Lacruz, además del presidente, Jesús Navarro, y del entrenador, Emilio Larraz, se sentaron ayer en el Centro de Prensa de Zaragoza para hablar del futuro del Club Deportivo Ebro. La entidad quiere mantener el crecimiento de las dos últimas temporadas, sobre todo que su primer equipo, una vez superado con notable el primer año en la categoría, sea capaz de ejercer de locomotora del club. Para eso necesitan elevar su nivel de exigencia, pelear con los mejores. No lo explican porque suena osado, porque no conviene, porque nunca se sabe si el balón querrá entrar, pero la intención es acercar al conjunto arlequinado a las puertas de la Segunda División. Y luego, a ver. Sí, sí piensan en el ascenso, o sueñan, pero no lo dicen. El primer reto es meterse entre los cuatro primeros. Lógico. Es merecido también que imaginen un crecimiento ideal.

El principal escollo en el ilusionante proyecto que lidera Ander Garitano en el apartado deportivo es el dinero. Se les han cerrado mil puertas este año, también institucionales. En la DGA les falta una categoría para recibir ayudas; en el ayuntamiento les sobra categoría, les dicen. En fin, que hacen falta ingresos y no hay ayudas, ni siquiera materiales, con el campo, el césped... La solución ha sido acudir al crowdfunding, una campaña de micromecenazgo con la que se quiere invertir en futuro.

Quieren reunir 70.000 euros. No es mucho, en función de con quién se compare. Quizá sea una barbaridad, o una utopía. Pronto se verá. No obstante, no es pedir por pedir, explican. Se obtienen contraprestaciones en función de la ayuda. Entre 15 y 200 euros hay pins, llaveros, bufandas, polos, balones y camisetas firmadas, entradas de palco, diplomas y viajes con alojamiento. Más allá, es casi un patrocinio. Las inversiones altas revierten en publicidad bien visible, ya sea con logos en la camiseta, vallas o redes publicitarias. Todo está a un clic en 'www.siamm.es'.

'Ayúdanos a seguir creciendo' es el eslogan elegido por el Ebro, un club que ha llegado al corazón del fútbol zaragozano, que hace decenios que espera la aparición de un equipo en las primeras categorías nacionales, más allá del Real Zaragoza. Explicó muy bien Emilio Larraz, el entrenador del equipo, este sentimiento. "Hemos peleado mucho por el fútbol aragonés durante muchos años y todos tenemos la ilusión de ver a nuestros equipos más arriba. Siempre se han echado de menos proyectos como el que tenemos en el Ebro, es una oportunidad de crear algo de forma estable. Vamos a intentar hacer fuerte el tronco de este proyecto".

Se refería el técnico aragonés a que siempre han sido los jugadores y los técnicos los que han estado por encima de ideas, cimientos y soportes. Los ascensos, de alguna manera, sorprendían a casi todos, atrapaban a los dirigentes, que no habían contado con el inesperado factor de crecimiento. Esta vez es al revés. Se fortaleció el club, trabajó bien, acertó en los fichajes y, consecuentemente, ha crecido. "Ahora tenemos la oportunidad de hacer un proyecto estable en el tiempo en una ciudad como Zaragoza. Es imperdonable que no lo hubiésemos hecho antes", dijo Larraz. A su lado, el presidente, Jesús Navarro, puntualizó el futuro: "Necesitamos compañeros de viaje, pero la viabilidad del proyecto está a salvo".