El CD Ebro ha hecho pleno en las dos primeras jornadas, contra rivales de pedigrí en su grupo como el Sabadell y esta mañana el Llagostera, recién descedido y uno de los grandes candidatos a estar en la zona alta de la clasificación, justo donde se han ubicado los de La Almozara con seis puntos y ningún tanto en contra. El triunfo de esta mañana se ha sembrado muy pronto, en el minuto 1, con una pared de libro en la frontal del área entre Canario y Moustapha que el centrocampista ha definido con calidad ante la salida del portero. Y se ha recogido como fruto a una gran interpretación del encuentro en el último minuto, con un tanto de Gabarre a pase de Txema Pan que ponía fin a las hostilidades. Los catalanes apenas han dispuesto de ocasiones, poseedores de la pelota pero despojados del protagonismo auténtico, que ha correspondido a un Ebro que controla todos los registros que se necesitan para imponer su criterio y su guión en un campo tan especial como El Carmen.

El equipo de Emilo Larraz sabe a lo que juega en casa y lo hace muy bien para sus intereses. Cerca de su área la prohibición para jugar es casi absoluta, ejerciendo una dictadura estratégica en las acciones aéreas, donde Maureta y Alfonso han vuelto a sentar cátedra frente a las cometidas por arriba del enemigo. Los centrales son dos pertiguistas sobresalientes, cabeceadores por potencia y anticipación que desmoronan la moral de cualquier delantero saltarín. Sólo tuvieron un error en la primera parte que solventó muy valiente Montoya en un mano a mano que le costó una lesión, una fractura de radio, Marqueta le sustituyó y estuvo a la altura de sus compañeros, vivo bajo los palos y en las salidas incluso de cabeza.

El Llagostera no supo jamás cómo avanzar, con Moustapha ejerciendo de palanca para defender y para armar los contragolpes. Para ayudar en todas las batallas. Su voluntad y posicionamiento le dieron al conjunto zaragozano un poso de firmeza en un terreno complicado, viscoso si se duda, esa franja donde el error se paga muy caro. Los catalanes, pese a su incapacidad para superar trincheras, tuvieron su oportunidad en una falta directa dentro del área por juego peligroso, pero Marqueta se adelantó a la barrera y se lanzó sobre el disparo a lo kamikaze, con el cuerpo de escudo salvador.

El partido no parecía peligrar, pero para calmar los nervios y hacer justicia, una contra con mucha superioridad local la terminó Gabarre sobre la bocina. Un segundo gol que dice mucho de un CD Ebro con personalidad de líder, tácticamente intachable esta mañana y con un aspecto muy sano para alimentar su ambición con humildad pero sin complejos.

Ebro: Montoya (Marqueta m.27) , Pajarero, Eneko, Maureta, Alfonso, Forte, Víctor Bravo (m. 79 Txema Pan), Moustapha, Kevin, Gabarre y Canario (m.63 Alain).