"Vivimos unos momentos muy emotivos en un acto sencillo y bonito", destacaron ayer Santi Aragón y Jesús Chucho Solana, que el miércoles se reencontraron en la sede del Real Zaragoza con Fernando Gabriel Cáceres, otro de los héroes de la Recopa del 1995. Cáceres, que se ha desplazado a Zaragoza para disfrutar de unas cortas vacaciones de Navidad con amigos zaragozanos (el día 30 regresará a Buenos Aires), recibió la insignia de oro y brillantes del club aragonés. "Le hizo mucha ilusión y nos emocionó a todos. Siempre ha tenido un cariño especial a Zaragoza y al Real Zaragoza. Si por él fuera se quedaría y no volvería a Argentina", comenta Solana.

El Negro Cáceres sigue recuperándose del balazo que sufrió en la cabeza a quemarropa, en noviembre del 2009, cuando fue asaltado en su coche por unos delicuentes en la localidad de Ciudadela (Buenos Aires). Todavía necesita desplazarse en silla de ruedas, pero mantiene una buena lucidez mental. "Recuerda muchas cosas y estuvo bromeando en todo momento. Pasamos un rato muy agradable. Es digno de admirar por la entereza que está teniendo y por como se ha agarrado a la vida", explica Santi Aragón. A lo que Solana añade: "Es un ejemplo a seguir. Siempre ha sido un luchador y ahora lo está demostrando más que nunca. Sigue teniendo un físico envidiable y se nota que ha trabajado duro en el gimnasio".

Uno de los temas de conversación entre los tres héroes de la Recopa fue el homenaje que el Real Zaragoza piensa realizarle a Fernando Gabriel Cáceres durante la próxima primavera en La Romareda. "Nos dijo que él quiere jugar en su partido de homenaje. A mí ya me ha dicho que me preparé porque va a correr más que yo. Demuestra que tiene unas ganas de vivir enormes", comenta Jesús Solana. Para Santi Aragón, "lo importante es coordinarlo todo bien y que Fernando pueda irse contento de su homenaje, que, por otra parte, es muy merecido. Le hacía tanta ilusión hablar de ese partido que se emocionaba. Seguro que saldrá todo bien".

Por consejo médico

Fernando Gabriel Cáceres lleva tres años de dura recuperación y en un mes aproximadamente podría ser autorizado a dejar la silla de ruedas. Los médicos que controlan su rehabilitación fueron los primeros que le recomendaron viajar a Zaragoza para disfrutar de unos días de vacaciones y también porque recordar momentos tan bonitos como los que vivió en el Real Zaragoza podía ayudarle mentalmente. "Para él ha sido como revivir una etapa muy bonita de su vida. Los médicos se lo han recomendado porque le hace bien. Tenemos que ayudar al Negro en todo lo que podamos", afirma Aragón. Y Solana decía: "Lo he visto muy lúcido. Se acordaba de todo. Lo he visto incluso mejor de lo que esperaba y todos nos alegramos por ello".

El Negro Cáceres regresará el 30 de diciembre a Buenos Aires, pero llevándose el cariño de sus excompañeros y de toda la afición. Después volverá cargado de ilusión para recibir el homenaje que se merece por sus ganas de vivir.