El partido resultó lo más parecido a un partido perfecto. El Balonmano Aragón ganó con comodidad a un menguante Puerto Sagunto (33-22), Mariano Ortega utilizó a todo su banquillo, todos aportaron cosas, pudo dar descanso a los más tocados, Demetrio y Casanova y hasta Javier Ariño marcó su primer gol en la Asobal. Como consecuencia, la grada disfrutó, ovacionó a los suyos y pasó una buena tarde en un Siglo XXI que no registró una buena entrada. Tres de tres, seis puntos y, sobre todo, buenas sensaciones de un renovado Balonmano Aragón en una desmejorada Asobal.

Hubo muchos nombres propios, pero casi todo pasó por Carlos Molina. Desde el principio hasta el final, soltando el brazo en ataque, defendiendo en el centro del 6-0, asistiendo de vez en cuando. El lateral regresó tras su lesión y, pese a la falta de ritmo de competición, fue la punta de lanza del equipo hasta el extremo de que el BM Aragón no extrañó a Demetrio Lozano, lo que es mucho decir. Deme vio el partido cómodamente desde el banquillo. Sí salió a la pista aunque pocos minutos Sergio Ruiz Casanova, todavía recuperándose de su espalda.

No los necesitó el equipo de Mariano Ortega, que tiró de oficio y ganas, de las genialidades de Cartón en doble inferioridad, de las paradas de Kappelin que lanzaban certeras contras, de la experiencia de Asier Antonio en defensa, de la dirección de Vigo, de los latigazos de Dujshebaev. No conectó mucho con el pivote, ni falta que le hizo. El partido duró poco más de un cuarto de hora, con un Puerto Sagunto intenso atrás y con facilidad para encontrar en la línea de seis metros a Iker Serrano.

Hasta que corrió el BM Aragón, hasta que empezó a estirar el marcador y el conjunto valenciano se fue diluyendo poco a poco hasta prácticamente desaparecer de la pista. Siempre estuvo cómodo el conjunto local, nunca peligró su victoria. Así que Ortega pudo desplegar todo su banquillo. En el último cuarto de hora de partido comparecieron en la pista Álvaro del Valle, que hizo tres goles, Edgar Penón, que defendió y atacó, Guillermo Ros en defensa y Javier Ariño en el extremo izquierdo. Hasta cuatro canteranos --más Postigo-- se juntaron en el parquet y dieron la talla.

En la última acción del partido, Ros asistió a Ariño para que éste marcara su primer tanto en la máxima categoría. Colofón perfecto para alborozo de los aficionados, que celebraron con especial intensidad los goles de los canteranos tras un partido bien jugado en la pista y bien gestionado en el banquillo. Ahora el Balonmano Aragón tiene seis puntos, confianza y tranquilidad para seguir trabajando en un año que parece interesante.