El Real Zaragoza se ha puesto ya en contacto con los agentes de Antonio Galdeano Apoño, Adam Pinter y Glenn Loovens para apremiarles a buscarse cuanto antes una salida. En caso contrario, el club aragonés se plantearía la posibilidad de aplicarles un ERE (expediente de regulación de empleo) para no seguir contando más tiempo con sus servicios. Entonces, el Zaragoza se ahorraría la mayor parte de sus fichas y esos futbolistas quedarían en libertad. El Real Zaragoza solo dispone de entre 5,5 y 6 millones de euros para confeccionar la plantilla del próximo curso en Segunda División, según el acuerdo alcanzado con la Liga de Fútbol Profesional, y por ese motivo necesita quitarse ahora a los jugadores con las fichas más altas. La LFP podría obligar incluso al club aragonés a presentar el citado ERE si esos futbolistas no se marchan. A esa lista se podrían unir también Edu Oriol y Luis García.

El Zaragoza también querría dar salida ahora a Franco Zuculini e Ivan Obradovic, pero ambos salen de lesiones de larga duración y hasta finales de septiembre o principios de octubre no estarán en condiciones de competir. Además, Obradovic ocupa plaza de extranjero y, si el club aragonés decide cubrir las dos plazas con esa condición que se permiten en Segunda División con refuerzos, se podría quedar incluso sin ficha. Si no se marvan trataría de colocar a ambos en el mercado invernal.

CASOS DIFERENTES El caso menos problemático parece el de Loovens, porque el central holandés recaló en el Real Zaragoza en el verano del 2012 con la carta de libertad y ahora podría irse del mismo modo si hay acuerdo entre ambas partes. Su ficha rondaría los 600.000 euros y su compromiso expira en el 2014. Y el más complicado el de Apoño, porque tiene dos temporadas más de contrato, con una ficha de 800.000 euros, y el club aragonés todavía debe pagar al Málaga 600.000 euros de su traspaso. El cuadro malacitano ha ofrecido al Zaragoza la posibilidad de cederle a Samu Castillejo, una de las perlas de su cantera, a cambio de hacerse cargo de su ficha y de ese modo no presentar al cobro el pagaré de 300.000 euros que finaba el 18 de julio.

A Adam Pinter, por su parte, se le intenta buscar equipo en Grecia y Turquia. Pinter, con un contrato de 500.000 euros y una temporada más de duración, ya ha dicho, a través de su agente, que no quería jugar en Segunda. Para ficharlo tuvo que comprometerse a pagar un millón de euros al MTK Budapest, pero solo deberá pagar la mitad por haber sido incluida esa operación en el proceso concursal.