El agujero de 145 millones de euros que llevó al Real Zaragoza a presentar el concurso de acreedores se produjo en gran parte debido al inesperado descenso que se produjo en el 2008, cuando el club se encontró con los ingresos muy reducidos y una plantilla con sueldos millonarios. Agapito, entonces, malvendió a los mejores futbolistas de la época, aquellos que habían llegado para intentar llevar al equipo aragonés a la Champions. Lo cierto es que ese descenso cambió el perfil de un Zaragoza que, tras esa maldita tarde en Mallorca, cambió su perfil. Pasó de ser un nuevo rico del fútbol español, un club envidiado por casi todos, a ser uno más de los pobres. Ahí empezaron las deudas y la descapitalización de una plantilla que ha terminado por ser la peor.

El descenso deja al Zaragoza otra vez al borde del colapso. Para empezar, no recibirá el ingreso sobre el que sustenta gran parte de su presupuesto: los 25 millones que recibe de Prisa por los derechos de televisión. Como contrapartida, recibirá 10 millones del fondo de garantía de la Liga de Fútbol Profesional, un paracaídas para los clubs que ven cortada de forma abrupta su mayor fuente de ingresos.

Agapito Iglesias también tendrá que hacer frente al pago del primer plazo de los créditos con privilegio general del concurso, en este caso los 3,85 millones de euros que debe a un centenar de acreedores, básicamente futbolistas y profesionales que le prestaron servicios, aunque dos terceras partes de esa cifra corresponden a descubiertos de retenciones de Hacienda y cotizaciones a la Seguridad Social. Si no paga esas cantidades, cualquiera de los acreedores estaría legitimado para instar ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Zaragoza la liquidación de la SAD.

Eludirá, no obstante, el pago que debía realizar el 2 de julio para cubrir el primer plazo de los créditos ordinarios del concurso, un total de 3,43 millones de euros. Una cláusula del concurso que permite suspender las obligaciones del concurso por tres años consecutivos o cinco alternos en caso de descenso a Segunda.