—Partido grande en El Sadar...

—Sí, porque somos dos grandes equipos y clubs, también por la forma en que viene el Zaragoza, jugar en El Sadar, la rivalidad entre las aficiones... El partido tiene todo para ser un partidazo y para disfrutarlo al máximo.

—¿Qué le ha dicho esta semana la gente de Pamplona?

—Bueno, ves por la calle que existe ese pique y es un partido que gusta jugar, aunque te exige estar con cabeza y no dejarse llevar por el ambiente. Ese pique sano entre aficiones y esa tensión extra en la grada también le gusta vivirlos al jugador.

—Siempre por los cauces pacíficos esa tensión en la grada...

—Eso es lo más importante, que la rivalidad solo sea deportiva, que la gente que venga disfrute de un partido especial, pero que todo se quede solo en el césped.

—¿Asusta jugar contra un equipo que lleva 5 victorias seguidas?

—No, no asusta. Está en un buen momento, pero también vinieron por aquí el Sporting y el Cádiz en buenas dinámicas y los sacamos adelante. Además, El Sadar en estos partidos se pone de gala y es un lujo jugar en este campo.

—¿Qué le preocupa del rival?

—La dinámica es muy positiva y tienen grandes jugadores. No diría preocupación, pero es verdad que prefieres que un enemigo no te venga en una línea tan buena. Tendremos que pelearlo mucho para sacarlo adelante.

—¿Qué le parece Borja Iglesias?

—No tiene esa experiencia en la categoría, pero posee mucho gol y mucha ambición. Ya lo vimos en La Romareda. Ese hambre y esas condiciones le convierten en un gran delantero. Habrá que tener cuidado con él y con Pombo, que también está bien y que es una de las revelaciones. Es un canterano que parecía que no iba a contar tanto pero que se lo ha ganado con buenos partidos.

—Son dos rivales directos. ¿El empate es buen resultado?

—Nosotros vamos a ir a por el partido, tenemos que mejorar en casa y el Zaragoza es un gran enemigo para empezar a hacerlo. Eso sí, será importante tener cabeza, no volvernos locos ni obsesionarnos con ganar. El que tenga serenidad y controle las emociones tendrá mucho ganado.

—¿Por qué Osasuna está siendo tan irregular esta temporada?

—Tuvimos una buena racha al principio con 12 jornadas sin perder que nos dieron mucho, después hemos tenido partidos en casa que teníamos que haberlos sacado. Fuera hemos sido difíciles de batir. La brecha con los de arriba es por los partidos en casa. Todo pasa por mejorar ahí.

—A siete puntos del segundo, ¿aún miran al ascenso directo?

—Matemáticamente no está imposible, hay una brecha, pero el equipo trabaja para ello y está convencido de que puede.

—El Zaragoza, pues, también puede pensar en subir directo... Solo está un punto por detrás.

—Eso ya depende de su mentalidad. El mayor problema para eso es que llevan ya 5 partidos seguidos ganando y no creo que sigan venciendo sin parar. Está en una gran dinámica y, si sigue así, ¿por qué no puede subir directo? Pero es difícil, porque en esta Liga hay mucha igualdad. Aquí suben los más regulares y ni nosotros ni el Zaragoza lo hemos sido en esta temporada, por eso no estamos más arriba en la tabla.

—Dio en el verano el paso del Huesca a Osasuna y ahora su exequipo está cerca de subir.

—Pero estoy muy contento del paso que di. Nadie pensaba que el Huesca iba a estar donde está ahora y me alegro mucho. Ellos apostaron por mí y les estaré siempre agradecido. En el ámbito personal y profesional estoy muy a gusto en Osasuna y muy feliz por la continuidad.

—A Huesca le llevó Lalo Arantegui y apostó fuerte por usted, que estaba en el Amorebieta.

—Y cuando le veo le doy siempre el abrazo que se merece por lo que me dio y la confianza que depositó. Firmó para Segunda a un portero joven y de Segunda B. Le tengo mucho que agradecer. El equipo que ha formado en el Zaragoza es joven, con ambición, con buenos canteranos. Es un director deportivo que saca partido a lo que tiene y los problemas económicos del club tampoco le han permitido demasiado margen en las opciones, pero ha solucionado muy bien la papeleta. Eso demuestra lo bien que hace su trabajo, además de la confianza que ha tenido en Natxo.

—También conoce a Natxo.

—Sí, estuve en el Alavés en el año del ascenso como tercer portero, pero fui convocado muchas veces, por las lesiones que hubo. Debuté con él en el Camp Nou en Copa del Rey. Es muy buen entrenador y a todos en Zaragoza les ha costado, porque han pasado muchos y no dieron con la techa. Natxo lo ha conseguido y más vale tarde que nunca. Además, ha logrado que la plantilla no se viniese abajo en los malos momentos, un mérito indudable.

—¿Sueña con jugar pronto en Primera? ¿Se ve pronto ahí?

—Trabajo para eso, para disfrutar de esa experiencia. Ojalá sea con Osasuna. Eso sería un sueño, a ver si lo conseguimos.