Al Zaragoza se le agota ya el tiempo para ocupar al menos una de las dos plazas que la Liga de Fútbol autorizó por las lesiones gravedad de Zuculini y de Javi Álamo. De hecho, el plazo acaba mañana y, aunque Molinos, presidente zaragocista, aseguró el domingo en Aragón TV, que el club iba a intentar fichar a algún jugador, en concreto un mediocentro, las sensaciones en Jiménez son mucho más pesimistas. Así lo admitió en el Sánchez Pizjuán.

Una vez que la posibilidad de Míchel (Getafe) se ha escapado, como el propio jugador confirmó a este diario el sábado después de que el entrenador lo diera por pedido, el mercado de centrocampistas tampoco tiene demasiado donde elegir. La disponibilidad no es mucha y para un jugador de Primera no es fácil apostar por reforzar un equipo en caída libre cuando solo quedan 10 jornadas. Eso en el caso de que su club esté dispuesto a dejarlo salir... Y en Segunda no hay muchos refuerzos que supondrían una aportación inmediata desde el primer momento y que entraran en precio.

Míchel, por su buena relación con Jiménez, era una oportunidad, pero no le convenció el contexto de su llegada a La Romareda. Jonathan dos Santos es una vieja aspiración del Zaragoza y también del técnico, pero hace tiempo que el mexicano decidió no moverse del Barça hasta junio. Otros clubs con mejor momento global no lograron convencerlo ni el verano pasado ni en enero. Y el Zaragoza no fue capaz. Con Hervás (Sevilla) no ha habido ningún contacto en las últimas semanas, ni siquiera en el Pizjuán con motivo de la visita zaragocista este domingo, teniendo en cuenta que Monchi, secretario técnico, ni estaba en Sevilla el domingo.