Agapito Iglesias ha hecho posible que Roberto Jiménez vuelva a defender la portería del Zaragoza y que sea el sexto fichaje del verano tras Mateos, Juan Carlos, Edu Oriol, Juárez y Abraham. La operación, que se ha venido fraguando en las últimas semanas, se hizo realidad ayer, cuando el meta madrileño, de 25 años, se desvinculó del Benfica y firmó por cinco temporadas con el Zaragoza y en ella ha tenido mucho que ver Jorge Mendes, con el que la colaboración del máximo accionista de la entidad aragonesa está siendo cada vez más estrecha. Roberto estaba en Zaragoza a primera hora de la tarde tras no ejercitarse ayer con el Benfica y fue presentado en La Romareda unas horas después.

El portero, un año más tarde de dejar La Romareda con el reconocimiento de la afición y siendo un baluarte de la permanencia en la 2009-10, regresa tras un discreto paso por el fútbol portugués. El Benfica, que cotiza en bolsa y que está obligado a anunciar sus operaciones en la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios de ese país, aseguró que la operación se ha cerrado en 8,6 millones de euros. En esa cifra estaría incluida la ficha del jugador por los cuatro años que le restaban en el Benfica --su salario se acerca a los 1,3 millones de euros--, lo mismo que el club portugués incluyó sus emolumentos cuando anunció su fichaje por 8,5 millones desde el Atlético de Madrid por cinco temporadas. En todo caso, todo apunta a que el Zaragoza, en plena Ley Concursal, no pagaría el traspaso --como no lo hizo con Juan Carlos--. Y no se haría cargo de la totalidad de la ficha del meta madrileño.

"Hemos podido materializar el fichaje de Roberto, que se incorpora para 5 años. Demostró de lo que era capaz y ayudó a la permanencia del Zaragoza y ahora podemos recuperarlo para que esté con el equipo y con su afición", dijo Agapito Iglesias, sin explicar las fórmulas para la llegada de Roberto al Zaragoza.

LA SOMBRA DE MENDES Como ya anunció este diario, el presidente tenía ultimada la búsqueda de fórmulas legales para contratar jugadores a través de una sociedad personal que, posteriormente, los cedería al Real Zaragoza. El caso de Roberto sería uno de ellos, como antes el de Juan Carlos, que firmó procedente del Madrid por 2,5 millones y también por 5 años. Y Almeida (Besiktas) o Jonathan dos Santos (Barcelona), dos de los objetivos prioritarios, también estarían ahí. En todos ellos la figura de Mendes, directa o indirecta, es omnipresente.

Mendes no es el agente de Roberto, pero fue el intermediario que lo llevó a Benfica y ahora ha tenido que buscarle una salida, ya que el meta no tenía sitio en el club luso --no fue inscrito para competiciones europeas--. Allí estaban por delante los porteros Eduardo, Artur Moraes, Bruno Varela o Mika. En sus 25 partidos de Liga con el Benfica y a sus 14 presencias en Europa, el meta madrileño no conquistó a la afición de las Águilas. Todo lo contrario ocurrió en el Zaragoza, donde fue despedido como un ídolo tras la permanencia. Estaba cedido por el Atlético, el club intentó que siguiera, él quería quedarse --"Lo que tenía que ocurrir la temporada pasada se ha retrasado un año", dijo ayer--, pero la oferta del Benfica fue muy superior.

Roberto llegó en el mercado de invierno en la 2009-2010, junto a otros seis fichajes ---Colunga, Suazo, Jarosik, Contini, Edmilson y Eliseu--. Todos fueron importantes para la permamencia que firmó el Zaragoza de Gay. El más vital fue, quizás, Roberto y sin duda el más querido. Fue el último en debutar, lo hizo en Getafe con una actuación portentosa y desde entonces se erigió en indiscutible, con grandes partidos en una portería que devoró antes a Carrizo y a Vallejo. 15 partidos, solo 17 goles en contra y 7 choques sin encajar un gol le dieron el mayor consenso entre la afición en la historia reciente en la portería zaragocista. Ahora, Roberto vuelve y es el regreso más deseado.