No pudo ser. No hubo milagro y el Teruel certificó ayer su descenso de categoría a Tercera División tras tres temporadas consecutivas en Segunda División B. Lo cierto es que lo tenía muy difícil el conjunto dirigido por José Manuel Embela, que llegaba a la última jornada de Liga en descenso y con la obligación de ganar en Lezama al Athletic B y esperar resultados positivos de sus rivales más directos. Sin embargo, la primera condición no se dio (5-2) y, por consiguiente, de nada valió desviar la mirada a otros campos.

Sin apenas tiempo para tantearse, a los cinco minutos Guarrotxena ya asestó un duro golpe en las filas del Teruel, que vio como el marcador se le ponía en contra nada más empezar cuando el jugador vasco recogió un balon muerto dentro del área y remató sin piedad.

A partir de entonces, empujaron los de José Manuel Embela, que trataron de hacerle frente al Athletic B y al resultado con llegadas por las bandas y diversos centros al área que no encontraron rematador. Por su parte, los locales no bajaron el ritmo y pusieron en serios aprietos a Pablo por dos ocasiones antes del descanso.

PENALTI DE OUSMANE Sin embargo, fue el Teruel quien reaccionó por mediación de Ousmane, que hizo el empate en el minuto 28. Pese a todo, la desgracia volvió a caer del lado turolense cuando el propio Ousmane cometió un penalti que, acto seguido, supuso el 2-1 del Athletic B.

En la segunda mitad, Arcega tuvo la mejor acción para el Teruel de inicio, pero los vascos golpearon de nuevo con el 3-1 en el 62. Poco después, Fonsi recortó distancias para los aragoneses, que no cesaron en su empeño por remontar y lo siguieron intentando, pero en el 87 llegó el 4-2 y, en el descuento, Guarrotxena cerró el partido con el quinto.

Así y después de una temporada repleta de altibajos, el Teruel retorna a la máxima categoría del fútbol aragonés con la desilusión de no haber podido mantener un año más la plaza en Segunda B. Una situación que, económicamente, mermará la planificación futura del club.