Anunció hace poco más de una semana el Real Zaragoza su confianza en Natxo González y en la actual plantilla. «No están previstas incorporaciones de nuevos jugadores en el mercado invernal», aseguró la entidad el 26 de diciembre. La tajante sentencia hay que situarla en el contexto del futuro próximo que marcan los dos partidos seguidos en casa, ante el Barcelona B y el Tenerife, que pueden dibujar un panorama muy distinto para el actual técnico y aumentar la necesidad de refuerzos para los que el Zaragoza no dispone de margen salarial. Eso sí, puede obtenerlo a través de salidas (Alain o Valentín son los favoritos) o de ayudas y patrocinios, con la subvención de 800.000 euros que ha pedido el PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza en el horizonte.

Así que la sentencia hay que ponerla en cuarentena, pero podría cumplirse. De este modo, si hay mejoría, si el Zaragoza remonta el vuelo, si Natxo gana crédito y se cumple lo anunciado por el consejo de administración tras reunirse con Natxo y con el director deportivo, Lalo Arantegui, será la primera vez en 10 años que el equipo no se refuerza en este mercado invernal.

Enero se ha convertido en los últimos tiempos en un recurso habitual en el Zaragoza, en una fuente de cambios en la plantilla. La última campaña que no acudió a este bazar fue en la 07-08, que acabó en descenso a Segunda tras un curso caótico con Agapito Iglesias como máximo accionista de la SAD y hasta cuatro entrenadores (Víctor Fernández, Garitano, Irureta y Manolo Villanova) con una plantilla hecha en lo económico para aspirar a la Champions y que no se reforzó a mitad de temporada para acabar consumando un descenso de terribles efectos en las arcas del club.

TRES CON SOLÁNS

Tampoco llegaron refuerzos en la 99-00, con Txetxu Rojo en el banquillo, en la 04-05 y en la 05-06, ambas con Víctor Muñoz de entrenador. En esas tres, por cierto, con Alfonso Soláns como máximo accionista y presidente. Así que, desde mediados de los 90, desde la 94-95 (ahí llegó Cafú al Zaragoza), cuando este mercado de enero ya quedó como un instrumento en España, aunque la UEFA no lo unificó hasta el 2003, son solo cuatro los cursos donde el Zaragoza no ha aprovechado el bazar de invierno en las últimas 23 campañas. El actual sería el quinto en 24 años.

Sin embargo, este mercado invernal ha ido aumentando su peso en el Zaragoza. Es cierto que en la 96-97 llegaron hasta tres jugadores (Konrad, Gilmar y Soler), también en la 00-01 (Corona, Gurenko y Esnáider) o dos en la 95-96 (Gustavo López y Rambert) y en la 03-04 (Movilla y Dani), pero es en los últimos años donde ha habido auténticas revoluciones en enero. La mayor, sin duda, en la 09-10, donde arribaron siete jugadores (Eliseu, Suazo, Jarosik, Roberto, Contini, Colunga y Edmilson) y se marcharon cinco (López Vallejo, Braulio, Ayala, Songo’o y Ewerthon). Es decir, 12 movimientos para que aquel Zaragoza con Agapito Iglesias de propietario lograse salvar la categoría de la mano de José Aurelio Gay tras el despido antes de la revolución de Marcelino García Toral, que había logrado el ascenso a Primera en junio del 2009.

CON LA FUNDACIÓN

Las dos siguientes temporadas con mayor revolución invernal han llegado de la mano de la Fundación Zaragoza 2032, que desembarcó en el club en el verano del 2014 tras comprar a Agapito su paquete accionarial. En la 15-16, tras caer Ranko Popovic y Martín González y llegar al club Narcís Juliá y Lluís Carreras, la SAD hizo 10 cambios en enero del 2016. Llegaron Dongou, Campins, Culio, Ros, Lanzarote y Guitián y se marcharon Aria, Ortuño, Mario y Jorge Díaz, en este último caso cedido. El Zaragoza se quedó a las puertas del playoff en la dramática noche en Palamós ante el Llagostera.

Mientras, en enero pasado, con el equipo en caída libre con Raúl Agné en el banquillo, el Zaragoza hizo hasta ocho movimientos que no frenaron esa cuesta abajo, aunque al final, ya con Láinez a los mandos, se firmó la permanencia. Saja, Feltscher, Samaras, Valentín y Edu Bedia reforzaron en enero una plantilla de la que salieron Erik Morán, Juan Muñoz y Popa, aunque este último cedido. También hizo ocho movimientos Agapito Iglesias en enero en la 11-12, cuando Manolo Jiménez logró la salvación en Primera en un equipo que parecía desahuciado a mitad de curso. Entonces llegaron en el mercado invernal Aranda, Dujmovic, Apoño y Pablo Álvarez y se marcharon Ponzio, Efraín Juárez, Meira y Antonio Tomás.

Restarían para completar los últimos diez años del mercado de enero las temporadas 08-09, en la que solo llegó Ponzio, la 10-11, en la que lo hicieron N´Daw y Da Silva, la 12-13, en la que arribaron Carmona, Rochina, Rodri y Bienvenu, la 13-14, ya en Segunda, aunque aún con Agapito en el club, en la que solo lo hizo César Arzo y la 14-15, la primera de la fundación, donde se fichó para enero a Natxo Insa.