El que creyera que con el Tecncyonta Zaragoza lo había visto todo esta temporada, estaba equivocado. Lo que ayer sucedió en Manresa, equipo ya descendido a la LEB Oro, roza lo inverosímil, lo inconcebible y el más absurdo de los absurdos. Tras un pésimo partido, al que el conjunto aragonés entró de manera vergonzosa, sin tensión ni alma a pesar de que se jugaba la vida, el Tecnyconta logró ponerse tres arriba con un triple de Jelovac a falta de tres segundos para la conclusión (78-81). De manera incomprensible, en una actitud irresponsable, en un notorio gesto de inmadurez deportiva, en lugar de irse hacia el banquillo propio, el jugador serbio se encaró con el público que le estaba insultando. Los árbitros le pitaron técnica. El tiro libre consiguiente lo convirtió Pere Tomás y en los tres segundos que faltaban, Machado empató el encuentro con un lanzamiento a tabla sobre la bocina. Increíble, impensable, alucinante.

Cualquier calificativo vale para describir una situación que jamás debería haber sucedido. El Tecnyconta no debería haber llevado la intriga hasta tal extremo, Jelovac nunca debería haber tenido un comportamiento tan infantil, pero la caída libre es tan extrema desde que Luis Guil está en el banquillo que al cuadro zaragozano le sucedió justamente lo que parecía imposible. Ahora, el equipo se jugará la permanencia a una sola carta el próximo domingo en el Príncipe Felipe, a las 18.00 horas, en el partido más importante de la historia del club por razones que no hace falta ni explicar. Un descenso sería terrible. Si vence al Estudiantes, otro rival que no se juega absolutamente nada, estará salvado. Si pierde y el Betis pierde en Málaga con el Unicaja, que se juega ser cabeza de serie en el playoff por el título, también. Pero si cae y el Betis vence en el Carpena, el regreso a los infiernos de la LEB Oro se consumará.

La fatídica sombra del descenso contra el Murcia, decidido en el Príncipe Felipe en un día de infausto recuerdo para la afición de la ciudad, vuelve a planear por el vergonzoso comportamiento de un equipo del que avergonzarse. Lo triste es que el futuro del baloncesto en la ciudad está en sus manos y a ellas hay que encomendarse.

Después de un inicio horrendo (17-6, min. 5), el Tecnyconta fue remontando cuando Norel se puso a tono, con varios triples de Gecevicius y el voluntarismo de Knight. El tercer cuarto se le hacía cuesta arriba al ICL, mientras que los aragoneses mostraban su mejor cara. Con un parcial 2-12, los visitantes se adelantaban por primera vez en el marcador (45-47, min. 26). Gecevicius inauguraba el cuarto cuarto con un triple casi de medio campo (51-59, min. 31). Cinco puntos consecutivos de Bellas daban al Tecnyconta su máxima ventaja, de 12 puntos (57-69, min. 35). La salvación estaba más cerca, pero Aranitovic y Tomás truncaron los planes. Once puntos consecutivos del Manresa propiciaron un final increíble, que deja al Tecnyconta al borde del abismo.