La Federación Portuguesa de Fútbol ha iniciado una investigación para esclarecer la acción de un jugador de regional que este domingo dio un puñetazo en el minuto 2 a un defensa rival y, tras ser expulsado, propinó un rodillazo al árbitro en la nariz, por lo que fue hospitalizado por fractura nasal. Se trataba del partido que enfrentaba al Rio Tinto y al Canelas-2010, que pertenecen al grupo regional (denominada División de Elite en Portugal) del distrito de Oporto.

El Canelas, formado por varios miembros de los hinchas del Oporto, había creado polémica desde principios de liga ya que muchos equipos habían renunciado a enfrentarse a ellos, alegando miedo e intimidación. A finales de diciembre, 12 de los 13 rivales habían decidido no jugar con este equipo.

El partido era un encuentro para la fase de ascenso a las categorías nacionales de Portugal (equivalente a la Tercera española) y el Rio Tinto (club de la ciudad de Gondomar) ya había emitido un comunicado a mediados de marzo pasado en el que aseguraba que accedía a enfrentarse al Canelas ya que, de lo contrario, podría ser sancionado por los comités de competición.

EL PARTIDO SOLO DURÓ DOS MINUTOS

Con fuertes medidas de seguridad, el partido sólo duró dos minutos, momento en el que el delantero del Canelas Marco Gonçalves decidió propinar un derechazo al defensa rival. El árbitro, que se percató de lo ocurrido, corrió hacia el agresor y le mostró la cartulina roja.

En ese instante, el expulsado lo agarró de la cabeza y le propinó un rodillazo en la cara, por lo que el colegiado, José Rodrigues, cayó al suelo. Más tarde, tras recuperar la consciencia, tuvo que ser trasladado al hospital Sao Joao de Oporto.