Después de tres años en la presidencia del Club Hielo Jaca, Eric Bastide abandona la nave de la entidad altoaragonesa por motivos laborales. Ha sido un exitoso periodo en el que el francés sucedió en el cargo a Pepe Arbués y en el que el Jaca sumó una Liga y una Copa del Rey. «Lo decidí hace mes y medio. Me tengo que desplazar por trabajo a Alicante de lunes a viernes y es incompatible. Me dedico a la pintura del automóvil. Antes lo gestionaba desde Jaca, pero llega un punto que tengo que estar presente en Alicante», explica el francés.

Para el dirigente ha sido una pena dejar el Club Hielo Jaca. «Lo llevaré siempre en el corazón. Espero volver algún día. La afición no la voy a perder y lo seguiré vaya donde vaya. Al presidente que venga le echaremos un cable y espero que no sea una cosa traumática. Hay un gran equipo de trabajo en el club y hay que seguir la dinámica», indica.

El 30 de abril se realizará la asamblea extraordinaria en el Palacio de Congresos a las 20.00 horas. «Se presentarán candidaturas. Si no las hay, se creará una junta gestora. Si hay dos candidaturas, se darán 15 días para convocar elecciones. Lo he avisado con tiempo para que el nuevo presidente tenga tiempo de trabajar de cara a la temporada que viene», explica Bastide.

Lo que más pena le da es abandonar «las relaciones personales. el día a día, la gente del club. No es por dejar el cargo, sino por dejar Jaca». En cuanto a la economía, «el que venga tiene que buscar dinero debajo de las piedras. El primer año lo pasé fatal y este año hemos vuelto a gastar mal. Las subvenciones llegan tarde, hay que justificarlas y los gastos hay que pagarlos. Con el Gobierno de Aragón tenemos pendientes 80.000 euros del 2017 y el 2018. Es un dinero que adelantamos nosotros», dice.

De lo más orgulloso que se encuentra es de «llenar el Palacio de Hielo. Antes había una media de 300 a 400 espectadores en las gradas y ahora estamos en más de mil de media. La gente desea que llegue el sábado para ver el partido de hockey. Ha sido la labor más vistosa». Y también apunta que «hemos llegado a las seis finales y hemos ganado dos y este año con más mérito al jugar con el equipo júnior».

Un cambio fue la sustitución de Miguel Baldris como técnico por Bobby Robins. «No estábamos descontentos con él. Los entrenos eran muy repetitivos, algún jugador se quejaba y este año con Robins la gente ha aprendido mucho», concluye Bastide.