El Real Zaragoza juvenil cayó derrotado en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey (1-2). Los muchachos de Javier Garcés hicieron méritos para haberse marchado a la vuelta con una renta favorable, pero el Real Madrid anotó dos goles en el tiempo de prolongación de cada mitad. Un desenlace trágico para esta camada de jóvenes zaragocistas, que se mostraron atrevidos y sin complejos ante el Real Madrid.

El enfrentamiento copero despertó una gran expectación entre la hinchada zaragocista. Las instalaciones de la Ciudad Deportiva se llenaron para ver a los chicos de la generación del 99 y los talentos del 2000 jugar contra el Real Madrid de José María Gutiérrez Guti. El juvenil madridista se ha codeado esta temporada con los mejores equipos europeos tras disputar la Champions juvenil; un nivel superlativo que no intimidó a los jóvenes leones.

El conjunto blanco tuvo la primera oportunidad del encuentro unos minutos después de haberse iniciado la contienda. Pedro Ruiz estuvo cerca de abrir el marcador mediante un disparo raso que se marchó lamiendo el poste zurdo de la meta de Azón. El Real Zaragoza mostró su desparpajo habitual bajo la fantasía de Alberto Soro. Un jugador completamente indescifrable; presionó la salida del balón visitante, gestionó la distribución del juego, agitó la defensa madridista y, además, marcó. Marc Aguado mandó el balón a la banda diestra de Marcén. Este envió un centro teledirigido a la cabeza de Soro, perfecta para que el de Ejea anotase el primero del partido.

Cuando la primera parte parecía llegar a su ocaso cayó el primer jarro de agua helada sobre los chicos de Javier Garcés. El partido pasó del 2-0 al 1-1. Baselga tuvo en sus botas el gol tras no materializar un remate ante Diego Altube. Un minuto después llegó el empate, fruto de un mal despeje de Azón. El balón cayó a Gelabert y este fusiló la ventaja local con un fuerte disparo.

UN TRIUNFO FRUSTRADO

Los futbolistas zaragocistas hicieron gala de un gran desgaste físico para presionar al Real Madrid en la fase de creación del juego. El conjunto madridista trató de elaborar su juego directo pero no terminaban de inquietar la meta de Azón. El Zaragoza se estiró con una acción que pudo ponerle por delante. Carlos Vicente envió un centro raso desde la banda derecha con destino para Soro, pero el atacante no consiguió enviar el tiro entre los tres palos. El capitán blanquillo la volvió a tener después de recibir una nueva asistencia de Carlos Vicente. Dos oportunidades claras para haber puesto tierra de por medio en el partido de ida de la eliminatoria. Pero, cuando la contienda parecía finalizar en tablas, llegó el momento de la decepción.

Un mal despeje de la zaga blanquilla, tras intentar sacar el balón jugado, propició que Augusto pudiera lanzar un disparo ajustado al poste derecho para tumbar al Real Zaragoza en el último instante. Dos errores que penalizaron un extraordinario encuentro de los pupilos blanquillos, que tendrán que remontar el próximo fin de semana en Valdebebas para pasar a cuartos de final.