Con un breve parlamento ha confirmado Xavi Hernández que se va del Barça a final de temporada para ir a Catar, donde jugará dos temporadas con el Al Saad, más una tercera opcional, y se formará como entrenador en la Academia Aspire junto a sus hermanos Àlex y Òscar, que se van con él. Antes de abandonar el Camp Nou, le queda un reto: "Quiero marcharme con el colofón increíble del triplete".

Xavi se va porque la sencilla razón de que cree que "ha llegado el momento de irme". Básicamente por la pérdida de protagonismo en el equipo. "En el once ideal ya no salía", ha reconocido con dolor, digiriendo el "momento difícil" de anunciar su despedida después de 17 temporadas en el primer equipo y 25 en el Barça.

El verano anterior ya tuvo la tentación de salir del equipo. Estaba en un momento anímico débil, ha reconocido. Reconsideró su decisión, Luis Enrique le readmitió en la plantilla y ha seguido, cada vez con menos protagonismo y minutos, lo que ha motivado su marcha irrevocable. "Me lo dice la cabeza y el cuerpo, pero no tanto el corazón porque soy muy culé, tengo un sentimiento muy fuerte por este club", ha dicho.

En Catar ha encontrado "un proyecto ilusionante" y allí espera adquirir conocimientos para volver al Barça. Como entrenador de fútbol base o director deportivo. De momento, disfruta de sus últimos momentos: este sábado levantará el trofeo de Liga y luego afrontará dos finales de Copa y de Champions que podría elevar a 25 el total de títulos conquistados. "Mucho más de lo que imaginé", ha confesado. También ha admitido que el cariño del público al corear su nombre y una oferta de renovación del Barça le han hecho dudar. pero la decisión es definitiva. Acaricia el triplete, en un guión "inmejorable" para cerrar su etapa en contraste con la situación que vive Iker Casillas en el Madrid. Xavi puede decir: "Soy muy feliz".