La selección española del debutante Jordi Ribera reaccionó de forma brillante y contundente para dar la vuelta al partido en su debut mundialista y superar de forma convincente a Islandia (27-21) en el Arena de Metz.

Después de un primer tiempo en el que no mostró ninguna de sus presuntas cualidades, el equipo español se levantó para pasar por encima del conjunto islandés gracias a su gran defensa, base para despegar en ataque y sorprender al rival.

Todo empezó, sin embargo, con expectativas más que sombrías para el conjunto dirigido por Ribera, que sembró muchas dudas en un comienzo muy frío, que permitió crecer a Islandia. Los hispanos no ajustaban sus mecanismos defensivos y, como consecuencia, no había contras ni buena circulación de balón.

LA REACCIÓN

Pérez de Vargas, el portero del Barça, fue el primer artífice de la reacción en el segundo tiempo con tres grandes intervenciones consecutivas y España cambió su cara con el inesperado liderazgo de Balaguer, uno de los nuevos, que abrió brecha por la derecha y acabó con 4 goles.

La selección española empezó a aprovechar las inferioridades numéricas de los nórdicos, que se pasaron más de siete minutos sin anotar para sufrir un parcial de 13-5 que les dejó definitivamente fuera del encuentro.