El Barcelona se llevó los tres puntos del derbi contra el Espanyol en Cornellá (0-3), un partido marcado por un claro error del anfitrión en el primer gol, obra de Luis Suárez poco después del descanso, que rompió la igualdad y permitió a los azulgrana engordar el resultado. Este resultado invita a los de Luis Enrique a seguir en la lucha por la Liga junto al Real Madrid, mientras que deja al equipo local sin opciones de clasificarse para Europa.

La intensidad del anfitrión fue mucho mayor que la del Barcelona en los primeros compases. El ritmo del choque provocó más imprecisiones de lo habitual en el juego azulgrana, aunque poco a poco el reloj se afinó y llegó el dominio, aunque sin peligro. El Barcelona no chutó entre los tres palos en toda la primera mitad, aunque los de Quique Sánchez Flores se conformaban con la ocasión fallada de Jurado a los cinco minutos. La intensidad y la seguridad local atrás impedía brillar a la pólvora visitante.

Un error de Jurado en el minuto 50 cambió por completo el escenario. El centrocampista firmó un pase muy lento a Diego López. Luis Suárez aceptó el regalo, se adueñó del balón y superó al meta. El 0-1 rompió el orden del anfitrión. Las incursiones de la MSN eran más numerosas y Piqué y Umtiti estaban imperiales en el eje de la defensa del Barça. El control pasó a ser azulgrana, que vio al rival rendido. Era cuestión de tiempo. Rakitic hizo el 0-2 a un cuarto de hora del final y Suárez, de nuevo, cerró el marcador al recoger otro regalito de la defensa local.