Una de las entidades de referencia de la localidad de Barbastro es Montañeros de Aragón. Con 1.350 socios y 350 federados, el club presidido por José Masgrau cuenta con una dilatada historia a sus espaldas y es un hervidero de actividades. A lo largo del año se realizan cursos y salidas de senderismo, barranquismo, montañismo, escalada y esquí de montaña.

Aunque es un club eminentemente montañero, también hay una sección de esquí alpino y de fondo. Montañeros de Barbastro siempre ha mirado hacia el valle de Benasque y los tresmiles del Aneto, la Maladeta, el Alba o el Perdiguero y a la estación de esquí de Aramón Cerler, con la que se siente vinculado desde que se creó. Por ello es uno de los clubs del Alto Aragón que cuenta con una sección de esquí alpino como lo tienen otros dos clubs de montaña de la provincia: Peña Guara y Mayencos.

Antaño había una gran afición al esquí alpino. Ahora ha bajado algo y unas 80 personas practican esta disciplina esta temporada. «Pasamos de llevar en cada salida dos autobuses enteros a no llevar ninguno. No hay demanda para ello. Ahora hay una gran competencia entre las estaciones. Tenemos concertado un acuerdo con Piau Engaly y nuestros socios tienen un descuento adicional por el forfait de 30 euros, cuando en Cerler es de 46», afirma Javier Sánchez, el vocal de esquí alpino, que tiene 46 años y lleva vinculado al club 30. «También colaboro en el senderismo infantil y el Campamento Nacional de Alta Montaña que se realizó en Bielsa y Pineta hace pocos años», recuerda.

El esquí alpino cuenta con dos programas. Uno de ellos es los sábados y se denomina Curso de Esquí Escolar, mientras que el domingo es para todo tipo de edades. «Los domingos son cuatro días de cursillo con dos horas cada uno de ellos. Es un ambiente familiar y vienen desde los 5 años hasta gente mayor. El objetivo es fomentar este deporte que no es elitista. Imparten las clases los profesores de la Escuela Española de Esquí de Cerler». Estos cursillos se llevaron a cabo los dos últimos fines de semana de enero y los dos primeros de febrero. «Se han apuntado 40 personas y no es necesario ser socio del club».

Los sábados el cursillo es escolar. Este año se organizó el 3, 10, 16 y 17 de febrero. «Es para niños de 9 a 14 años. Los llevan siete monitores del club que trabajan altruistamente. Acudimos en un autobús a Cerler con 32 niños y coinciden con la Semana Blanca». Los chavales realizaron un curso intensivo gracias a la Escuela de Esquí Valle de Benasque que pertenece a Alberto Lacau, socio de Montañeros de Barbastro. «Realizaron tres horas de cursillo por la mañana y, tras comer, con los monitores del club otras dos horas de clase más dinámicas y divertidas», afirma.

Para Sánchez lo importante es «tener un fin de semana de convivencia en la naturaleza. Están alojados en el albergue de Eriste y se organizan actividades relacionadas con la montaña. Guillermo Acín hizo un taller de fotografía, una noche se buscaron por el pueblo tiras luminosas y se han realizado paseos por el pantano de Eriste».

Montañeros de Barbastro lleva varios años acudiendo a la estación francesa de Piau Engaly. «Está casi a la misma distancia que Cerler, lo malo es que a veces no está en las mejores condiciones la vertiente norte del túnel de Bielsa. Pero tenemos en mente conocer otras estaciones como pueden ser Boi Taull, Formigal o Panticosa». En cuanto a la modalidad de esquí de fondo, reconoce que «no arranca. Lo hacemos en los Llanos del Hospital, pero este año se han apuntado solo 8 personas».