El espectáculo empieza esta vez en domingo. Roland Garros estrena hoy un nuevo formato con la intención de captar la máxima atención durante tres domingos hasta el próximo 11 de junio. La medida parece efectiva. Los organizadores han vendido 30.000 localidades más y confían en captar una mayor audiencia televisiva desde el primer día de competición. "No es lo mismo empezar un lunes que hacerlo en un fin de semana. La audiencia se multiplica por tres. Solo hemos seguido el ejemplo de grandes acontecimientos como los Juegos Olímpicos, el Mundial o el propio Tour", explica Jean Claude Blanc, director del torneo.

Y para mantener la atención durante toda la quincena, la organización cuenta con dos actores únicos y excepcionales como Roger Federer y Rafael Nadal. El número 1 del mundo y el campeón del año pasado tienen asignados los principales papeles de protagonista, todos confían que hasta la final.

Federer debuta hoy contra Diego Hartfield, tras retirarse Arnaud Clement por lesión. Será, junto a la rusa Maria Sharapova y la francesa Amelie Mauresmo, el atractivo de la jornada, en la que también van a jugar Tommy Robredo y Carlos Moy .

Ayer, en la víspera del estreno, dedicada a los últimos partidos de previa y a la jornada benéfica Benny Berthet, en la que los tenistas juegan partidos a un set, Nadal fue la gran atracción de los aficionados, tanto durante su partido contra el argentino Juan Mónaco como en el entrenamiento previo que hizo junto a Tommy Robredo en la pista número 4, que se llenó por completo. Todos querían una foto a su lado o un autógrafo que certificara que habían estado junto al campeón, mientras el catalán, reciente vencedor en Hamburgo, salía de la pista pasando casi desapercibido.

Nadal es la gran atracción fuera de la pista. Su carisma se lo ha ganado a pulso. El mallorquín llega a París en la pole position del circuito de tierra, después de haber ganado las tres carreras en las que ha participado (Montecarlo, Barcelona y Roma) y con una racha espectacular de 53 victorias consecutivas. Un récord que podrá batir mañana en su debut y que, desde hace tiempo, ya le ha convertido en el tenista con mejor efectividad en esta superficie (ver cuadro). Desde su debut en el 2002, solo ha perdido 12 partidos.

Nadie parece dudar de que revalidará el título, aunque él tuerce el gesto cada vez que se lo preguntan. "Rafa es de carne y hueso como todos y tiene los mismos nervios que cualquiera antes de empezar", decía ayer su tío Toni.

Otros aspirantes

Tanto Nadal como Federer insisten en que la final entre ambos es una posibilidad más, pero que hay unos cuantos jugadores dispuestos a evitarla y reivindicarse en París. Entre ellos están los argentinos Gastón Gaudio y David Nalbandian, el ruso Marat Safin, toda una incógnita, y especialmente el catalán Tommy Robredo, tras haber ganado el título en Hamburgo.

Además de Robredo, otro valor en alza en la armada española es el murciano Nicolás Almagro, que se ha ganado el respeto de sus rivales desde que se adjudicó el torneo de Valencia y encadenó una racha de 12 victorias consecutivas hasta que Nadal lo paró en las semifinales de Barcelona. Posteriormente, puso en apuros a Federer en Roma.

Tras ellos, las acciones españolas en el parquet de Roland Garros parecen a la baja y tanto David Ferrer como dos excampeones del torneo parisino, Juan Carlos Ferrero y Carlos Moy , se presentan sin los deberes cumplidos para figurar entre los favoritos de salida.