Con la resaca del fatigoso periplo pirenaico en las piernas de los ciclistas, la Vuelta Ciclista a España afronta hoy una etapa que no carece de cierta complicación, aunque todo dependerá del interés que pongan los ciclistas en dar rienda suelta a sus recursos. El recorrido entre Calatayud y Tarazona, en una especie de circunvalación al Moncayo, en buena parte a través de tortuosas carreteras, se presenta como una doble oportunidad.

Por un lado tiene argumentos suficientes para generar actividad bélica en su permanente trazado rompepiernas, que además está previsto se vea visitado por el cierzo. Por otro lado los treinta y ocho kilómetros que separan el alto del Moncayo de Tarazona suponen un excelente colchón para buscar una llegada donde se puedan lucir los virtuosos del esprint. Es una de las escasas oportunidades que ofrece esta edición de la Vuelta y es de suponer que los equipos implicados no la desperdicien.

La carrera arrancará de Calatayud a las 13,05 horas y buscará de inmediato las pequeñas cotas del Cavero y El Frasno, que las nuevas carreteras se han ocupado de eliminar sus antiguas pendientes. A partir de ese punto la Vuelta entrará en un espacio inédito por unas carreteras vírgenes para esta competición en sus ochenta años de existencia. Los expertos descubrirán un terreno hostil y complicado que deberá comprimir en su estrecha y sinuosa calzada, con un asfalto rugoso, a los más de 170 ciclistas supervivientes a las exigencias de la prueba y las caídas vividas hasta la fecha. Es de esperar que una escapada haga un efecto regulador de la marcha del pelotón por las cimas de los altos de Oseja y Beratón, antes de pedalear unos 40 kilómetros por la provincia de Soria.

El cansancio acumulado y la vigilia de la oferta del fin de semana cántabro, con etapas de enorme exigencia, no presagian una fuerte inversión competitiva en la única etapa que este año se disputa en territorio aragonés. El color italiano que actualmente preside la carrera en teoría no tiene por qué descomponerse en esta etapa que, por otro lado, tampoco será un paseo bajo un clima otoñal en el que la previsible visita del cierzo y probablemente del agua añadirán un aliciente para los aspirantes a la victoria.

El puerto de Beratón, con sus once kilómetros y desniveles progresivos hasta alcanzar un máximo del 7,5%, no debería ser un foco de complicaciones, pero el ciclismo pese a ser cada vez más previsible no es una ciencia exacta, sobre todo por las muchas circunstancias externas que le acompañan, y más en esta edición de la Vuelta donde las caídas y los atropellos están causando furor.

La meta de Tarazona está precedida de un paso previo y un boucle de catorce kilómetros, absolutamente llanos, por las localidades de Novallas, Vierlas y Cunchillos. Sin duda será una propina para el espectáculo de los turiasonenses pero servirá también para que el pelotón amortigüe cualquier desorden que se pudiera producir en las rampas del alto del Moncayo, que se atacará desde el Monasterio de Veruela por una de sus más moderadas pendientes.

VICIOSO

Quien tendrá todo el apoyo del mundo en la línea de salida será el ciclista aragonés del Katusha, Ángel Vicioso, que en Calatayud, a pocos kilómetros de su casa, goza de una admiración generalizada. Vicioso es el lugarteniente por excelencia de Joaquim Rodríguez. En lo que llevamos de carrera tampoco se ha librado de la maldición de las caídas. Se le ha visto en numerosas ocasiones trabajar en estrategias de equipo moviendo la carrera y a la vez soportando un fuerte dolor como consecuencia de haber contusionado una placa instalada en su día en un hombro a causa de una caída.

El incombustible Ángel Vicioso, que entró en el profesionalismo en 1999, acumula 23 victorias en sus dieciséis años de ciclista profesional. La última esta primavera, en el Gran Premio Miguel Induráin en Navarra. A sus treinta y ocho años ha firmado una temporada más con Katusha, su actual equipo. El de Alhama de Aragón es un corredor muy completo pero especialmente dotado para ganar al esprint en pequeños grupos o en escapadas, con una importante potencia de piernas. En mejores circunstancias hoy podría haber sido una jornada marcada en su agenda personal.