La Sagrada Familia es uno de los colegios con más peso específico en el panorama educativo de Zaragoza con sus 84 años de vida. Situado junto al Canal Imperial, la parcela deportiva es fundamental. Es tan importante que, de los 650 alumnos de este centro privado-concertado, una cuarta parte de los mismos practica fútbol sala, baloncesto, gimnasia rítmica y la escuela deportiva para los más pequeños. En total son 155 niños.

Javier Magaz es leonés, es su cuarto curso como profesor de Primaria y este año es el primero en el que es coordinador deportivo. «Antes estaba Mariano Alquézar. Se ha jubilado y le he recogido el testigo. Pero él nos sigue ayudando mucho y, si tiene que ejercer de delegado, lo hace. Sigue siendo mi mano derecha. Lo más laborioso es la burocracia de las fichas y contratar entrenadores», dice. Los deportes se practican de doce de la mañana a tres de la tarde. «Al mediodía es tremendo y todo el mundo hace deporte», añade.

Los padres aquí no son un obstáculo y colaboran. «Aquí tenemos la figura del delegado y es el que controla a los niños y que los padres no se subleven, ni se alteren en los partidos. Aquí nunca ha habido un problema, tanto en fútbol como en baloncesto», explica.

El fútbol sala es el deporte rey en esta Agrupación Deportiva Sagrada Familia con sus nueve equipos y un centenar de niños y algunas niñas. «Los resultados han sido muy buenos este curso en todas las categorías. El equipo benjamín ha llegado a la final provincial. El resto ha quedado bastante bien. Todo es debido a que los entrenadores llevan muy bien a los niños, entienden y hacen deporte. Eso se nota. Juegan todos los niños y están muy contentos con los técnicos», dice.

En el deporte prima la educación sobre los resultados. «Tratamos de no mezclar equipos. Si sale un equipo de sexto de Primaria va hasta las últimas consecuencias. Lo que sí es cierto es que hay generaciones mejores como los benjamines, y en preiniciación viene una quinta buena».

El fútbol federado se empieza a practicar en primero de Primaria. «Antes está la escuela deportiva de los 4 a los 6 años y después se deciden por un deporte. Estos se entrenan dos horas a la semana. Trabajan la psicomotricidad, la lateralidad y la coordinación a base de juegos. Es una manera de preparar el futuro», dice Magaz.

El número de practicantes se mantiene los últimos cinco años. «Esta temporada los equipos están repletos y tienen el máximo número permitido de doce niños», explica. Cuando llegó de León le sorprendió «la excesiva competitividad de algunos equipos de Zaragoza, con niños que se quedaban sin jugar. Esto es deporte escolar y todos deben participar», añade con convicción.

Cuentan con un pabellón y tres pistas exteriores. Y en abril se organiza la fiesta de la Agrupación Deportiva. «El sábado se practica baloncesto y el domingo, fútbol. Se organizan torneos, se monta un bar, a los críos se les dan chucherías de El Rincón y se dan trofeos. Participan 400 deportistas. Vienen de La Almozara, La Salle Montemolín y Ríos Renovables. Y se organizaron las Olímpiadas del colegio el pasado jueves», cierra.