El exfutbolista del Real Madrid y la selección española Raúl González Blanco ha recibido una orden de embargo de 9,3 millones de euros tras una inversión fallida en un proyecto de energía fotovoltaica. El exdelantero blanco no ha querido hasta la fecha pagar una deuda contraída y una juez ha dictado orden de embargo de una sociedad patrimonial de Raúl, Europa Scar Sport, por impago de 7,17 millones que adeuda a sus socios, según el auto publicado por el diario El Mundo. El embargo llega a los 9,32 millones al incluir intereses y costas.

La titular del Juzgado de Primera Instancia número 21 de Madrid, Carmen Pérez, ordena ejecutar el embargo de bienes de la empresa de Raúl y que administra su madre, María Luisa Blanco. Los abogados del que fuera delantero del Madrid ha recurrido la orden de embargo, alegando que Europa Scar Sport ha solicitado concurso de acreedores y, por tanto, se encuentra en este momento protegida.

ELUDIR RESPONSABILIDAD

Europa Scar Sport entró en concurso de acreedores por una deuda que superaba sus activos. Antes de liquidarla, el exfutbolista del Madrid y actual embajador de la Liga en Estados Unidos dimitió como administrador pero colocó en el puesto a su madre para hacerse cargo del proceso.

Su actuación no bastó para eludir sus responsabilidades y la familia Naranjo, socios inversores de la empresa, reclamó la deuda por vía judicial al considerar que su gestión fallida había conducido a la empresa a la bancarrota.

El recurso de Raúl ante la Audiencia Provincial de Madrid fue desestimado.

Según el fallo judicial, Raúl declaró que él nunca participó en la gestión de la entidad ni asistió a ninguna reunión. El histórico delantero sostuvo que eran las personas de su confianza quienes gestionaban "sin consultarle nada". Según el Registro Mercantil, además de Raúl y su madre, figuraba como administrador Carlos Redondo, cuñado del futbolista.

Su actuación no bastó para eludir sus responsabilidades y la familia Naranjo, socios inversores de la empresa, reclamó la deuda por vía judicial al considerar que su gestión fallida había conducido a la empresa a la bancarrota.

El recurso de Raúl ante la Audiencia Provincial de Madrid fue desestimado.

Según el fallo judicial, Raúl declaró que él nunca participó en la gestión de la entidad ni asistió a ninguna reunión. El histórico delantero sostuvo que eran las personas de su confianza quienes gestionaban "sin consultarle nada". Según el Registro Mercantil, además de Raúl y su madre, figuraba como administrador Carlos Redondo, cuñado del futbolista.