Quince nadadoras han denunciado a través de una carta pública el supuesto trato vejatorio que recibieron de la exseleccionadora española de natación sincronizada, Anna Tarrés, cuando formaban parte del equipo nacional.

Las nadadoras Paola Tirados, Carla Violán, Ana Violán, Laura López, Eva Zhdanova, Neus Seguí, Jordina Pallarols, Júlia Casals, Itzias Aspe, Lara Oyanarte, Itahisa Robaina, Laia [sin apellido], y otras dos nadadoras que han optado por mantener el anonimato, denuncian en el escrito los métodos de entrenamiento de Tarrés y describen los supuestos abusos, insultos y amenazas protagonizados por la exseleccionadora.

División de opiniones

El pasado 17 de septiembre, Andrea Fuentes, capitana del equipo español de natación sincronizada, salía en defensa de Tarrès ante las acusaciones por Paola Tirados [una de las firmantes de la carta], en las que esta última afirmaba que la entrenadora obligaba a las atletas a tomar antidepresivos, que había tapado controles antidopaje que habían dado positivo y que consideraba la destitución de Anna Tarrés "un gran acierto".

La respuesta de Fuentes, además de negar las acusaciones, fue considerar que el deporte de elite no está hecho "para todo el mundo". "Es un camino muy duro y ganar medallas, aún más. Hay momentos en los que pueden pensar que es inhumano entrenar diez horas diarias... Hay gente que lo ha dejado por el camino, porque no podía seguir (el ritmo), gente que no estaba de acuerdo con el método y lo ha dejado en el momento que ha querido", afirmaba Fuentes.