El Atlético Ranillas, tal y como anunció y reiteró desde el momento de la detención de los dos padres acusados de amenazas y delitos de odio hacia el árbitro Mamadou Basirou Sow, fueron expulsados ayer del club, tal y como confirmó la entidad mediante un comunicado público.

En dicho escrito, el Atlético Ranillas asegura que «quiere reiterar su condena y repulsa hacia cualquier acto de intolerancia que atente a los derechos de cualquier deportista y/o persona». Asimismo manifiesta su disculpa al colegiado del encuentro y desea que «no vuelvan a repetirse dichas actitudes en ningún campo de fútbol». De hecho, añade el comunicado remitido, el club se reserva «el derecho a comparecer como acusación particular en cualquier procedimiento abierto contra ambos autores de los hechos».

Por ello, prosigue el club, asesorado por el abogado Alfonso Force, «querríamos manifestar que estas personas ya no pertenecen a la estructura orgánica del club en ninguna de sus formas, siendo padres de sendos jugadores del equipo alevín y, por tanto, meramente socios». Además, el Ranillas tomó «la decisión unánime» de prohibirles la participación en cualquier evento organizado por el club «durante el tiempo que determine la autoridad competente, así como de comunicarles la inmediata baja como socios en aplicación de nuestros estatutos, como autores de una falta tipificada como muy grave».

Marcha atrás / Tras conocer los hechos, los responsables del club aseguraron que los dos menores, jugadores del alevín, serían expulsados también del Atlético Ranillas y se les retiraría la ficha federativa de manera inmediata aunque se tratase de una medida excesivamente severa. «Es una medida dura pero que consideramos que debemos tomar», aseguró Kiko Torras, coordinador del club zaragozano el mismo día de los hechos. Finalmente, la entidad, tras estudiar las circunstancias personales de ambos menores, decidió con buen criterio dar marcha atrás al considerar que no tienen ninguna culpa.

«Entendemos que no debemos hacer extensivo hacia los menores la responsabilidad por los actos cometidos por sus progenitores», asegura el comunicado. Además, añade que, «como club formador de jugadores y personas, hemos tomado la decisión de mantener a ambos menores dentro de la estructura del club, si es así su deseo, si bien manifestando la prohibición de entrada al club y acompañamiento a cualquier acto deportivo a los mencionados progenitores».