No podía ser de otra manera. Una semana más, el CD Ebro volvió a su feudo y, una jornada más, el equipo arlequinado hizo soñar a los suyos. Aunque, en esta ocasión, hizo sufrir más de la cuenta a la afición desplazada hasta El Carmen.

El conjunto aragonés venció por la mínima (2-1) al Lleida, y lo hizo en los últimos instantes del encuentro, remontando un gol en contra que llegó a la media hora del encuentro. Los de Emilio Larraz, como ya hicieran en el campo del Valencia Mestalla (perdían 3-0 al descanso y acabaron empatando en el último minuto), tiraron de trabajo, constancia y tesón para darle la vuelta al marcador, sumar tres nuevos puntos en casa y mantenerse en lo más alto de la tabla.

Y eso que en el minuto 31, tras varios avisos del Lleida, llegó el tanto del conjunto catalán. Doncel la cuelga, Marqueta no la despeja bien y, tras varias carambolas, Fernández batía por primera vez en lo que va de curso la meta arlequinada en El Carmen.

El Lleida parecía tener atado el encuentro, pero en los últimos minutos de partido los de Larraz lo dieron todo. Y cosecharon. Primero, de penalti, transformado por Canario. El éxtasis arlequinado llegaría en el tiempo de descuento, casi en el 93. Un córner a favor del Ebro colocado por Víctor Bravo que, tras un paradón del meta del Lleida a Eneko, recoge Maureta para mantener al Ebro en puestos de promoción a Segunda División. Manteniendo el sueño vivo.