El juvenil del equipo de fútbol sala del Figueruelas Javier Herrero falleció el miércoles tras una larga lucha. El joven aragonés se encontraba hospitalizado en el Miguel Servet tras sufrir el pasado 9 de septiembre un paro cardiáco mientras entrenaba junto a sus compañeros de equipo. En la tarde de ayer se llevó a cabo el funeral junto a todos sus seres queridos. Javier Herrero luchó hasta el último instante contra un pronóstico grave.

El jugador se desplomó hace un mes de forma repentina mientras se ejercitaba con sus compañeros de equipo en el pabellón de Figueruelas. Acto seguido, el entrenador del equipo le intentó reanimar practicando el boca a boca. Gracias a la intervención de diversas personas que frecuentaban el entorno consiguieron mantener estable al joven hasta que llegó la ambulancia a las instalaciones deportivas, desde donde fue trasladado hacia el hospital.

Ya en la ambulancia se le consiguió reanimar, pero fue trasladado a las instalaciones médicas en un estado de gravedad debido a la parada cardíaca que había sufrido. Javier Herrero cumplió 18 años el día antes del incidente. Algo que evidencia la necesidad de impartir cursos de formación para enseñar a aplicar los masajes cardíacos, sobre todo aquellas personas que estén vinculadas al mundo del deporte.

Ángel Herrero, padre de Javier, aseguró que «es necesario que se impartan cursos de formación para tratar de tener herramientas para actuar en estos casos. Ante la falta de material que sufren la mayoría de centros para tratar estos sucesos es necesario que todas aquellas personas vinculadas al mundo del deporte sepan aplicar técnicas de reanimación. Hay muchas vidas en juego y siempre suceden incidentes como este. Es necesario que se tenga conciencia colectiva y se actúe con firmeza», aseguró Ángel Herrero, el padre de Javier Herrero.