Víctor Gil Errazu, portero del Gersan Helios de la Segunda División de waterpolo, falleció ayer en Zaragoza a los 24 años de edad víctima de un tumor cerebral. Al joven deportista se le detectó esta dolencia en el 2015 y tuvo que pasar dos veces por el quirófano para intentar extirparlo, además de someterse a quimioterapia y radioterapia. Pese a todo, Víctor Gil pudo volver a ponerse bajo los palos de la portería heliófila esta misma temporada, pero su vitalidad y lucha contra la enfermedad no evitaron el fatal desenlace. «Hoy nos deja un amigo y hermano más del waterpolo heliófilo tras una fuerte lucha contra su enfermedad. Descansa en paz, Víctor», anunció la sección de waterpolo del club en su cuenta de Twitter.

Diferentes clubs tanto de Aragón como del resto de España, la Federación Aragonesa de Natación (FAN) o el Director General de Deportes del Gobierno de Aragón, entre otros, se sumaron a las condolencias al club y a la familia del joven deportista. Víctor Gil había recibido varios premios recientemente. Su club de toda la vida, el Helios, le otorgó uno reconociendo en él los valores que siempre han distinguido a la entidad heliófila, mientras que la FAN lo nombró en su gala del último año mejor deportista en la modalidad de waterpolo.

Víctor Gil estuvo toda su vida ligado al Centro Natación Helios, como socio desde pequeño, en cursos de natación y, finalmente, en waterpolo, donde se hizo un hueco como guardameta. Debutó con el primer equipo heliófilo en la temporada 2007-08 y, desde entonces, estuvo ligado a la primera plantilla, siendo el portero del equipo en sus dos últimas temporadas en la máxima categoría. En el 2015 Gil notó que se fatigaba en exceso y sufría dolor de cabeza y presión en un ojo. Tras diferentes pruebas le fue detectado un tumor cerebral que le obligó a pasar por el quirófano. Se recuperó y volvió a jugar, lo que más le gustaba, pero el pasado mes de octubre le detectaron un nuevo tumor que le llevó de nuevo al quirófano.