No será decisivo, al menos a priori. Pase lo que pase esta tarde en El Sadar, los dos equipos seguirán persiguiendo el ascenso de una u otra manera. Pesaría en todo caso una abultada derrota, esas formas que a veces dejan tocado a un equipo durante semanas. No parece el caso, al menos en cuanto al Zaragoza se refiere. La salida más difícil de la temporada le llega en un gran momento, se diría que el mejor del último quinquenio. Lo saben sus futbolistas, que sienten el impuso de la confianza, la sensación de que la derrota es hoy en día un asunto difícil. Lo ve del mismo modo su entrenador, consciente de que la victoria tiene premio doble: «Es evidente que si ganamos nos metemos en las posiciones de privilegio, pero quedan 12 jornadas aún. Estamos dentro del objetivo de llegar a las últimas ocho jornadas con opciones de pelear por las posiciones de privilegio. Faltan muchos puntos, pero siento que es un partido importante y que nos llega en un bueno momento, aunque no sea decisivo».

Natxo González advirtió de que el Zaragoza se va a encontrar un encuentro distinto al de los últimos desplazamientos, cuando ganó en Tarragona y Soria. Ni siquiera se parecerá al choque ante el Numancia, uno de los conjuntos más fuertes en casa. «Es otro tipo de partido, tenemos que subir un escalón más. La exigencia va a ser más grande en cuanto a intensidad por los ingredientes que rodean este partido. No tiene mucho que ver por el tipo de rival, por el campo, por la afición… Es un partido más complicado que los últimos como visitantes», explicó el técnico, que admitió las características especiales del envite: «Tiene los ingredientes especiales de la historia, de derbis, de intensidad. El Sadar es un campo complicado, el Osasuna tiene un ADN muy concreto… Todo es interesante».

Ni la buena racha del Zaragoza ni la historia influirán, en principio, en el desarrollo del encuentro, según el entrenador zaragocista. «Ahora estamos entre los mejores de Europa. Es bueno lo que estamos haciendo, pero no es decisivo para el partido, menos aún para este. Ellos juegan como locales y son un equipo muy fiable defensivamente», explicó González, que sabe que habrá momento duros a lo largo del choque: «Hay que entender que dentro del partido habrá fases en las que vamos a sufrir. Es un equipo que no necesita mucho para meterte en tu área. Lo sabemos y trataremos de darle respuesta».

Falta saber si el equipo será capaz de sobreponerse a la atmósfera de El Sadar, un estadio en el que tiene malos números. «Siempre ha sido un grupo alegre en el día a día, incluso en los peores momentos. ¿Cuándo no hay presión aquí por una cosa o por otra? Bendita presión que estemos ahora aquí cuando hace dos meses era lo contrario. Hay que ser conscientes de cuál ha sido el camino y tratar de no entrar en un estado de confort que no nos interesa», dijo el técnico, a quien le cuestionaron por el ascenso directo: «No me lo planteo. Quedan muchísimos puntos y podemos optar a todo».

Por último, Natxo González se congratuló de haber superado la crisis y seguir al frente del Zaragoza. «Cuando hay que demostrar la confianza en las personas es cuando las cosas no salen. En este sentido, siempre me he sentido respaldado por la dirección deportiva. Me alegro porque hoy pueden disfrutar de este momento», concluyó.