El Real Zaragoza, tras 25 jornadas, anda aún sin saber hacia dónde mirar. Su historia y sus obligaciones le invitan a hacerlo hacia arriba, a la gesta épica de la promoción, ahora a siete puntos, porque el ascenso directo es directamente un imposible, pero su irregularidad y su gris temporada le obligan a echar un ojo hacia abajo, con la promoción de descenso a Segunda B, y sus funestas consecuencias, a solo cuatro puntos, aunque esa distancia se mantendrá pase lo que pase hoy. Por Santo Domingo, en el partido que cierra la jornada, se vive toda una encrucijada para los de Raúl Agné. Si ganan y con dos partidos seguidos después en La Romareda, frente al Nástic y al Numancia, la esperanza se avivará para un bloque que ha mejorado en sus sensaciones en las últimas citas, pero que no lo ha sabido transmitir en resultados, salvo en la piscina de Huesca.

Sin embargo, un empate en Alcorcón y, sobre todo, una derrota teñirán aún más de negro el futuro de un Zaragoza a la caza de un director deportivo y con la esperanza puesta en la recuperación de Samaras, todavía sin un mínimo exigible en su puesta a punto física. No estará el griego hoy y Agné, en el alambre de nuevo tras la derrota ante el Levante, podría vivir su último partido en el banquillo en caso de grave tropiezo en el feudo madrileño.

LA DEBILIDAD DE AGNÉ

Sin el paracaídas de Narcís Juliá, con un mal bagaje en resultados de 18 puntos en 14 partidos y con un escaso crédito en la entidad, que ya pensó en un cese que solo la retardada dimisión del anterior director deportivo evitó, Agné sabe que solo las victorias y la reacción en forma de puntos, no solo de sensaciones, le sujetarán en el banquillo. De momento, hoy vuelve a hacer equilibrios en él, aunque es verdad que su destitución debería ser una decisión de un máximo responsable deportivo y, ahora no lo hay, aunque lo habrá en breve, con Lalo Arantegui como primer y casi indiscutible candidato al puesto.

El Zaragoza viene de una derrota ante el Levante por un error de Irureta que hoy le debe costar el puesto en beneficio de Saja y que no le penalizó en cuanto a la moral porque, sobre todo en la primera parte, ofreció los mejores minutos del curso. Pero sí que supuso continuar una dinámica negativa que le convierte en uno de los peores equipos del 2017, con un raquítico balance de una victoria en seis partidos, de 4 puntos de 18, unos números que solo Mirandés y Córdoba empeoran.

Necesita el Zaragoza ganar de forma imperiosa en Alcorcón. No le vale otra cosa. Al menos, fuera de casa sí ha mejorado algo sus registros del inicio de curso, porque peor era casi imposible hacerlo. Ha ganado dos partidos, en Vallecas y en Huesca, en sus últimos cuatro viajes y ahora necesita volver a sumar todo el botín para evitar que la desesperanza y el temor al descenso llenen ya toda la entidad, teniendo en cuenta que tras la cita de hoy quedarán 16 partidos, 48 puntos en juego. Muchos, sí, pero el calendario avanza de forma inexorable.

El grave error de Irureta contra el Levante, el último de una larga serie, parece que le costará el puesto para que llegue el debut de Saja, fichado en enero en ese caos que es en la historia reciente la portería, que hoy salvo sorpresa tendrá un nuevo inquilino, el octavo en tres años. Y, por las palabras de Agné, parece que recurrirá a su versión defensiva de mayor fortaleza, con Feltscher y Cabrera en los laterales. Lanzarote y Dongou pugnarían por una plaza en el ataque, con más posibilidades para el camerunés.

UN RIVAL FUERTE EN CASA

El Alcorcón está justo por detrás del Zaragoza en la tabla y ha reaccionado desde la llegada de Julio Velázquez a ese banquillo para sustituir a Contra en la décima jornada. Desde entonces, apoyado en su fortaleza en Santo Domingo, el conjunto alfarero ha logrado abandonar la zona de peligro y ver más cerca la permanencia en la categoría. Con David Rodríguez como permanente e indiscutible referencia, ha añadido en enero la velocidad de Kadir y mantiene un buen bloque defensivo, plagado de intensidad, capaz de haber dejado su portería a cero en ocho de los 12 partidos que ha jugado de local en esta Liga. Ese estadio tiene que conquistar hoy el Zaragoza. La fe en alcanzar la promoción de ascenso y hasta la continuidad de Agné dependen de ello.