Antes había muchas pegas arbitrales, pero la mejora en el tipo de material y la forma de confeccionar las férulas permite hoy en día a muchos futbolistas jugar con una lesión en la mano. Las pegas de los colegiados provenían, sobre todo, de la dureza de las tablilla que protegen las fracturas, ya que pueden dañar a los rivales. Es en ese apartado en el que está trabajando el Real Zaragoza, que oficialmente no ha tomado una decisión oficial sobre la participación en el partido del domingo de Aleix Febas.

El catalán sufrió una caída en el transcurso de la primera parte del encuentro de la pasada jornada contra el Nástic y, aunque en principio no creyó que se tratase de algo grave, con el paso de las horas comenzó a sentir un dolor creciente que aconsejó realizar pruebas médicas para comprobar el motivo. Febas se sometió a unas pruebas radiográficas que desvelaron que sufre una fractura en el primer dedo de la mano derecha que lo colocaron directamente en la lista de dudosos para el choque ante el Oviedo.

Aleix Febas se entrenó ayer al margen en el estadio de La Romareda, donde compareció más tarde que sus compañeros y con la mano derecha tapada. El catalán, no obstante, realizó carrera continua y está con ganas de participar en el crucial choque ante los asturianos. Su baja, además, obligaría a alterar los planes que le han dado éxito a Natxo González en las últimas jornadas de la competición, con el leridano en el vértice alto del rombo.