Rafael Nadal no pudo con un incomensurable Roger Federer en la final del torneo Masters 1.000 de Shanghái. El número 1 del mundo sucumbió ante la exhibición de su número 2, que se impuso en dos sets, por 6-4 y 6-3, en una hora y 11 minutos de una final que solo tuvo una dirección.

Nadal, que llevaba 16 victorias seguidas, incluidos los títulos en el Abierto de EEUU y Pekín, no tuvo nada que hacer ante Federer, que ganó su sexto título en siete finales en el 2017 (solo perdió la de Montreal ante Zverev) al amparo de la pista rápida, además a cubierto por el tiempo inestable de Shanghái.

Una rotura de servicio en el juego inicial le bastó a Federer para mantener la ventaja durante toda la manga, que se adjudicó en solo 35 minutos. En la segunda, otro break en el quinto juego (2-3) fue decisivo también en el éxito de un infalible Federer, que se apoyó además en un saque perfecto (10 aces, por solo 4 de Nadal).

Federer se acerca a Nadal en la lucha por el número 1 mundial, que no se decidirá hasta final de temporada. El español, por su parte, se queda en 75 títulos (en 111 finales) y 30 Masters 1.000, empatado en ese último concepto con el serbio Novak Djokovic. El suizo tiene 19 títulos de Grand Slam, por 16 del mallorquín.

Los planes de Nadal de disputar el torneo de Basilea y el Masters 1.000 de París-Bercy podrían verse alterados tras su derrota en la final de Shanghái, donde quedó de manifiesto su cansancio físico y asomaron unas posibles molestias en su conflictiva rodilla derecha. «No lo sé. En estas dos semanas necesito pensar en ello», dijo el tenista a la prensa tras el partido ante la pregunta de si estará en Basilea, torneo que arranca el próximo 21 de octubre. «Mi calendario es Basilea y París, pero no sé lo que va a pasar», agregó Nadal, quien jugó contra Federer con un estabilizador rotuliano en la rodilla y no exhibió ante el suizo su mejor tenis.

Nadal no quiso hablar sobre el visible vendaje blanco pero aseguró que no está preocupado por las molestias que tiene. «No quiero hablar sobre ello ahora, después de haber perdido una final no es el momento. No he estado al nivel que me hubiera gustado estar, pero también es verdad que creo que es mérito de él porque ha jugado muy bien».