Sochi no es un trazado que entusiasme a Lewis Hamilton. Es verdad que el tricampeón del mundo inglés venció en las dos primeras ediciones de la carrera rusa, pero no le gusta. Y ahora que todo está tan apretado entre Mercedes y Ferrari, cualquier detalle cobra importancia.

Hamilton está sufriendo sobrecalentamiento de sus neumáticos durante todo el fin de semana y dejó en bandeja la primera línea para los dos coches Ferrari, algo que no sucedía desde el GP de Francia del 2008, casi diez años en los que los de Maranello apenas han logrado cinco poles.

CARRERA SENCILLA / «No he parado de leer ‘Ferrari ha vuelto’. No sé de dónde vuelve Ferrari porque hemos tenido tres buenas carreras en el inicio de temporada», explicó Sebastian Vettel, que, a la cuarta, rompió el monopolio de poles de las flechas de plata. El alemán sabe que con Kimi Raikkonen arrancado segundo, Valtteri Bottas, tercero, y su gran enemigo, Hamilton, relegado a la cuarta plaza, tiene la tercera victoria del año más que a tiro. «La estrategia es a una parada, pero si Hamilton no es más que cuarto cuando llegue en ese momento, Vettel no tiene nada que temer», explicó Marc Gené.

Hamilton lo fía a todo a una gran salida. «Solo habrá una parada, por lo que es una estrategia muy simple, así que no tengo demasiada confianza en ese aspecto, pero voy a trabajar tanto como pueda en la pista», explicó Hamilton.

ALONSO ALUCINA / Sainz (con tres puestos de sanción por su accidente con Stroll en Baréin) y Alonso arrancarán desde la parte de atrás de la parrilla, desde la antepenúltima fila, aunque el joven madrileño con «aspiraciones de llegar a los puntos» y el bicampeón asturiano alucinado de cómo el motor Honda de su McLaren le hace perder «tres segundos en las rectas», según explicó.