Ganar es el único final digno para el Tecnyconta Zaragoza. En juego está no solo la permanencia en la ACB sino también la manera de coseguirla, por méritos propios o por deméritos ajenos. A estas alturas lo mínimo que se le puede exigir al equipo es que se gane quedarse en la Liga Endesa y evitar al menos la sensación de que si el Tecnyconta no queda penúltimo es solo porque hay otro equipo que lo hace peor. Para eso tendrá que ganar hoy en casa del colista y ya descendido matemáticamente, el ICL Manresa (20.30 horas). En cualquier caso, también le vale que el Betis no gane al Andorra. Si no, todo quedará por decidir en la última jornada.

Las cuentas son bien simples y claras. Al Tecnyconta le basta con ganar uno de los dos partidos que le quedan o que el Betis pierda uno de ellos. Si el conjunto andaluz perdiera los dos que restan el Tecnyconta se salvaría incluso cayendo también hoy y el domingo. El equipo verdiblanco solo ha sumado una victoria en las últimas quince jornadas y ahora acumula siete derrotas consecutivas. Esa trayectoria tan negativa es la que está salvando al Tecnyconta, que solo ha sumado dos triunfos en las últimas once jornadas.

La exigencia es que el Tecnyconta haga lo que no ha hecho desde octubre, ganar un partido fuera de casa. El equipo aragonés es, junto al Manresa, el peor visitante de la categoría con un solo triunfo a domicilio en toda la temporada. El conjunto zaragozano tiene hoy en su mano superar a su rival en este apartado. Para lograrlo, lo primero que ha pedido Luis Guil es que la necesidad con la que acude el Tecnyconta al partido quede reflejada en la pista desde el primer segundo de juego. «Si a nosotros no se nos nota que nos jugamos la vida, mal vamos. Es uno de los partidos más importantes para el club y la ciudad y se nos tiene que notar a todos en cada acción», dijo ayer en la previa, añadiendo que ha observado esa actitud en los jugadores. «Todo el mundo está mentalizado y eso se ve en las caras», indicó el sevillano.

Uno de los muchos problemas que ha tenido el Tecnyconta este año es que los jugadores solo han parecido ser conscientes de lo que había en juego frente a los rivales directos y tampoco es que entonces hayan mostrado su mejor versión. De hecho, desde diciembre solo han podido ganar a los cuatro equipos que le acompañan en la zona más baja de la clasificación, el propio Manresa, Betis, Obradoiro y Joventut. «Tenemos que tener claro que vamos a una guerra, al partido con mayúsculas en el que tenemos que cumplir con el objetivo mínimo que se nos requería, que es que un club y una ciudad como esta permanezca en la ACB», advirtió Luis Guil, que el sábado terminó muy enfadado con la actitud de sus jugadores frente al Madrid.

El Manresa ya no se juega nada, únicamente despedirse dejando un buen sabor de boca a sus aficionados en el que puede ser su último partido en la categoría si se acaba consumando el descenso en los despachos. Además, el club ha preparado para hoy un homenaje a Ramón Montañez, que ha anunciado su retirada después de 20 años como profesional. El acto será después del partido.

El equipo se desplazó ayer por la tarde ya a Manresa con todos sus efectivos en plenitud de condiciones y con el único objetivo de conseguir la victoria. «Tenemos que pensar que es la única oportunidad que tenemos. Quiero que nos salvemos haciendo nuestro trabajo», dice Luis Guil. Es la única salida digna que le queda al Tecnyconta.