La Fiscalía y un juez han evitado el último KO de Perico Fernández. El peligroso fuera de combate de la sociedad en el que estaba cayendo en sus últimos años de vida. La Comisión de Tutelas y Defensa Judicial de Adultos del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) de la DGA ha asumido, por orden del magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 13 de Zaragoza tras el proceso de incapacitación instado por el ministerio público, la tutela del excampeón del mundo de boxeo.

Perico Fernández tocó el cielo pugilístico el 21 de septiembre de 1974, cuando, con solo 21 años, se proclamó por primera vez campeón del mundo. Fue en Roma, donde, con una costilla rota, derrotó al japonés Furuyama. Cayó del Olimpo al año siguiente, cuando, el 15 de julio de 1975, Muangsurin le derrotó en Bangkok en un combate en el que él siempre contó que algo que le echaron en la comida le hizo sentirse indispuesto en el cuadrilátero.

El zaragozano todavía seguiría peleando nueve años, hasta su retirada en 1984, un año después de haber logrado su último campeonato de España. A partir de entonces comenzó a perder asaltos por puntos ante la vida. Hasta acabar, hace un par de años, pernoctando en coches y en la habitación de un club de alterne que un amigo le prestaba mientras el local permanecía cerrado.

TUTELA Ahora vive en un piso social del Ayuntamiento de Zaragoza mientras el Gobierno de Aragón se hace cargo de su tutela. Portavoces oficiales de ambas instituciones declinaron ofrecer ningún detalle sobre la situación de Perico. "Mantenemos una reserva absoluta sobre cualquier asunto relacionado con una tutela", coincidieron.

La sentencia, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, señala que Perico Fernández "muestra un padecimiento irreversible y con características de cronicidad, presentando una enfermedad psiquiátrica grave con el consiguiente riesgo para su salud y su seguridad". "Tiene restringidas sus funciones mentales superiores, especialmente la inteligencia y la voluntad", añade.

El excampeón del mundo de boxeo fue explorado por los forenses del Instituto Aragonés de Medicina Legal (IMLA), que concluyeron que, "ante la enfermedad diagnosticada, en cualquier caso, precisa control y supervisión de tercera persona". Su informe anota que "la situación se considera permanente e irreversible, encontrándose pues totalmente anulada la capacidad de autogobierno para sus bienes y su propia persona".

Así, el magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 13 de Zaragoza concluyó que "la persona jurídica más idónea" para el exboxeador es, "dadas las peculiares circunstancias concurrentes en el caso", la tutela. El juez señala que Perico "no tiene apenas relación" con sus cinco hijos --nacidos de cinco relaciones distintas--, situación a la que se suma el hecho de "carecer todos ellos de predisposición hacia el padre respecto a su cuidado personal y patrimonial".

Partiendo de que su incapacidad es "total, al afectar de manera permanente para regir su persona, incluida su salud y la propia seguridad, como administrar sus bienes, la institución jurídica al efecto no puede ser otra que la tutela, ya que esta es la más conveniente para su protección y defensa", indica el juez.

TUTOR Tras haber estudiado el caso a fondo, el juez se inclinó --a propuesta de la Fiscalía y tras aceptarlo la DGA-- por asignar la tutela del excampeón del mundo de boxeo al IASS, institución que "se dedica en exclusividad a estos menesteres" en Aragón "por ley" y cuando le son encomendados por un tribunal.

Los jueces aplican este tipo de medidas en casos en los que "existiendo parientes les fuera materialmente imposible hacerse cargo de la persona sujeta a protección personal, asistencial y/o patrimonial". También lo hace en otros en los que existe "peligro de su propio bienestar y de su peculio".