José Antonio Casajús regresó de la localidad de Santa Pola con un nuevo triunfo en su mochila. El atleta del Running Zaragoza se impuso en el Nacional de medio maratón en la categoría de veteranos M-50 al legendario Martín Fiz. Pero el atleta de Mallén estuvo a punto de tirar la toalla y no viajar a la localidad alicantina.

"Desde el miércoles tenía la garganta irritada. El viernes estaba muy mal y con fiebre. Llamé a Miguel Sola, el presidente del Running, y le dije que igual no podía ir. Pero dejé la maleta preparada por si la mañana siguiente me encontraba mejor". El sábado se levantó con mejores sensaciones. "Mientras preparaba el desayuno decidí viajar. Fui todo el trayecto muy tapado, sudando y con mascarilla para no contagiar a los compañeros".

El día de la carrera se dio cuenta nada más levantarse que podría optar a su segundo título nacional de la distancia. "Tenía un poco de tos, pero las sensaciones de las piernas calentando eran muy buenas". El trazado de la prueba era magnífico. Corrieron más de 9.000 fondistas. "El circuito era muy bueno. Eran avenidas muy largas y con el público muy cercano y caliente. La temperatura era muy buena", explica el fondista veterano.

Casajús corrió la distancia cuando tenía 38 años en 1.06.38. Una semana antes del Nacional tenía claro que podría estar en 1.08 y batir la plusmarca nacional de su categoría (1.09.33). Pero tuvo que cambiar sobre la marcha. "Me dediqué a marcar al que fuera en cabeza de mi categoría. En este caso era Martín Fiz. Comencé bastante adelante y mantuve el ritmo con gente más joven. Llevaba a Fiz cerca, a unos 200 metros, pero tenía margen para ir tranquilo. Si se acercaba, ya le marcaría. Lo hice así y me salió bien la jugada", valora el atleta del Running. Casajús ya conocía al atleta vitoriano. "Calentando nos vimos y nos saludamos. Desde el 2006 lo conozco en persona porque corrimos en un Nacional de maratón celebrado en Vitoria, donde fui bronce", explica.

Adiós al récord

Casajús fue a buen ritmo hasta el kilómetro 18. "Estaba en récord de España. Pero los últimos tres kilómetros se me fue bastante la marca. No había manera de correr más porque iba bloqueado de piernas y no respiraba bien. Terminé en 1.09.54", apunta. Tras llegar a meta a solo 24 segundos de Casajús, Fiz fue a saludarle. "Me buscó y me dio la enhorabuena varias veces. Me dijo que no había podido conmigo y me preguntó dónde iba a correr. Le dije que disputaría el Maratón de Sevilla", dice.

Después da la carrera no llegó el descanso para Casajús. Regresó a Zaragoza a las nueve de la noche tras cinco horas de viaje y se fue a la cama a las doce. "Ayer me levanté a las cinco menos veinte y me fui a trabajar. Terminé a las tres, me comí un plátano y una naranja y después me entrené. Hice 30 series de 400 metros. Iba perfecto de piernas. No podía perder entrenamiento pensando en el Maratón de Sevilla. Estoy a un mes y la recuperación la haré en dos semanas". Así es la dura vida del fondista.