Llegaron con la publicidad, con los grandes patrocinadores, con la televisión… La grid-girls, las chicas de la parrilla, se popularizaron en la Fórmula 1 cuando Bernie Ecclestone hizo de este deporte una marca, un enorme espectáculo global. Llegaron con Tito Bernie y se van casi con él, un año y pico después de que el octogenario jefe de la F-1 dejara paso a los nuevos dueños de la F-1, a Liberty Media, al nuevo jefe Chase Carey, empeñado en darle un aire más moderno al circo.

La F-1 prescinde de las azafatas no porque alguien crea que sea una imagen sexista o denigrante, se van porque algunos promotores de gran premio ya no las quieren, presionados por algunas fuerzas políticas, se van porque algunas empresas que patrocinan carreras tienen miedo a una campaña contra ellos. Las azafatas llegaron con un fin comercial y se van por una cuestión económica. Y nadie les ha preguntado nunca si querían llegar, quedarse o irse. Señalaban el lugar de cada coche en la parrilla y realizaban un pasillo para los tres hombres del podio a los que acompañaban y aplaudían.

La imagen de esas chicas ya no volverá a la F-1. «Durante el último año, hemos observado varias áreas que sentimos que necesitaban actualizarse para estar más de acuerdo con nuestra visión para este gran deporte», señala Sean Bratches, director general de operaciones comerciales de la F1. «A pesar de que la práctica de emplear a azafatas de parrilla ha sido esencial durante décadas, sentimos que esta costumbre no cuadra con nuestros valores de marca y claramente no concuerda con las normas de la sociedad moderna. No creemos que esta práctica sea apropiada o relevante para la F1 y sus fans, antiguos y nuevos, en todo el mundo», concluye Bratches. La F1 se suma así a otros deportes.Queda por ver si este rol desaparecerá por completo de la parrilla o si se dará la oportunidad a niños o aficionados como en la Fórmula E.