Sin nada en juego, ambos equipos salieron a pasárselo bien y a dar un poco de espectáculo. Se pareció más a un encuentro de exhibición que a un partido oficial y la gente disfrutó de las acciones individuales y, a falta de Neal, vio muchos puntos (102-108). Ganó el Fuenlabrada -que rompió así su racha de nueve derrotas seguidas aunque no jugará el playoff- porque contó con la muñeca caliente de Popovic que, con 10 triples, batió el récord histórico del Fuenlabrada. No hubo defensas ni mucho orden. Fue un correcalles con cambios continuos en el marcador que cayó del lado con más acierto exterior.

Al menos resultó un partido vistoso en el que la grada se implicó, disfrutó y hasta se enfadó por momentos. La defensa agresiva del Fuenlabrada generó algún conato de pique que quedó en nada, salvo en la expulsión de Rupnik por dos técnicas. El equipo madrileño jugó a lo que le interesa con un equipo que tiene pocos centímetros, a poner velocidad y a tirar de fuera. El Tecnyconta tuvo acierto en el primer cuarto (6/9 en triples) pero luego fue el Fuenlabrada quien llevó la voz cantante.

En el equipo aragonés destacó la fuerza de Ennis, que dejó jugadas que entraron por el ojo de la grada, el trabajo por dentro de Bjelica, las acciones sin mirar de Stoll. Se vio que los jugadores del Tecnyconta actuaban ya sin la presión sobre sus hombros de pelear por mantener la categoría. Estuvieron más sueltos, más alegres, aunque en ningún momento pudieron imponer su ritmo ni aprovechar su ventaja de centímetros por dentro. No hubo mucha tensión defensiva, lo que al menos redundó en un mayor número de puntos y un mayor espectáculo. El Tecnyconta no pudo despedir la temporada con victoria, aunque el público se lo pasó bien y despidió al equipo con aplausos.