Eufemiano Fuentes tenía en su poder fichas de todos los corredores del Liberty Seguros, aunque sin datos comprometedores de ellos. Es el único equipo profesional al completo que aparece en la documentación incautada por los investigadores. Esta circunstancia, unida al hecho de que Manolo Saiz, técnico de la formación, llevaba en su poder 60.000 euros en el momento de su detención, compromete al director cántabro y pone en evidencia la sospecha de que el médico canario se responsabilizaba en la sombra de la salud de los corredores de esta escuadra.

"Eufemiano llevaba a esta formación desde hace dos años, aunque no figuraba en ningún lado", declaró a este diario un importante excorredor. En esta línea, Alfredo Córdova era la cabeza visible de Fuentes en el Liberty Seguros, aunque el nombre de este fisiólogo soriano no figura en la investigación. "Habitualmente era Manolo quien pagaba al médico, aunque luego él tenía la costumbre de cobrar una parte de los servicios a los ciclistas", añadió la misma fuente. Precisamente, la línea de investigación considera que los 60.000 euros que llevaba Saiz iban destinados a pagar a Eufemiano, o bien por su trabajo o por la compra de medicamentos.

DOS VÍAS De las conversaciones grabadas se deduce que los ciclistas que estaban controlados por Fuentes acudían a su consulta de Madrid por dos vías: o bien a título particular y a espaldas de sus equipos (la mayoría) o, por contra, enviados por sus directores. En este último caso solo aparece la sospecha hacia Saiz.

En 1998, el escándalo del Tour sirvió para descubrir toda una trama de dopaje en el seno del equipo Festina. Desde entonces, la mayoría de conjuntos ha asumido el suficiente control interno para erradicar el dopaje organizado, lo que no ha impedido que muchos ciclistas apostasen a espaldas de sus equipos por contratar el asesoramiento de un médico externo. Eufemiano Fuentes, con unos 60 ciclistas, entre españoles y extranjeros, es quien aparece con la nómina más extensa de pacientes.

En el Liberty Seguros era Manolo Saiz quien controlaba los temas médicos, lo que prueba que fuera él en persona el encargado de pagar a Fuentes. Sus más cercanos colaboradores han expresado en privado su enfado por la forma de actuar de Saiz y por la simpleza de citarse en una cafetería con un maletín con 60.000 euros, una parte de los mismos en francos suizos, la moneda que se hace servir para pagar las diferentes multas que impone la UCI por las faltas cometidas durante la competición.

EL PRECEDENTE Ya en 1998, Alex Zülle, ciclista con el que Saiz consiguió dos victorias en la Vuelta y un podio en el Tour cuando era el jefe de filas del ONCE, implicó al entonces equipo dirigido por Saiz en las prácticas de dopaje, durante su declaración en una comisaría de Lyón, donde fueron detenidos los corredores del Festina tras su exclusión de la ronda francesa. "Me inicié con la EPO --testificó Zülle--cuando corría en el equipo español del ONCE. Hacía uso de este producto en previsión de cada carrera importante como el Tour, el Giro o la Vuelta, a razón de dos inyecciones de EPO por semana. Comenzaba dos o tres semanas antes de la carrera y durante la duración de esta".

Ahora, la investigación choca con la dificultad de identificar las claves y los apodos de Fuentes y aunque hay fotos de ciclistas acudiendo a su consulta, no hay pruebas que demuestren que iban allí a doparse. Fuentes, ayer por la tarde, salió de la prisión de Soto del Real tras depositar una fianza de 120.000 euros.

LIBERTY PAGARÁ La compañía Liberty Seguros emitió ayer una nota oficial para comunicar que asumía sus obligaciones financieras con los contratos de los corredores hasta finales de año. Saiz, que no ha hecho efectivo el deseo inicial de vender sus acciones, sigue siendo el propietario de la sociedad que explota el equipo --Active Bay--. Al corriente de pago, aunque sin patrocinador y sin publicidad en los uniformes, estos ciclistas pueden seguir compitiendo, aunque el Tour y la Vuelta buscan alternativas para no dejarlos correr.