Íñigo Ruiz de Galarreta reconoció ayer que necesitan una victoria para reconducir la marcha del equipo. "Está en nuestras manos conseguir la primera victoria ante el Alavés. No podemos dejar pasar esta oportunidad de ganar", dijo el centrocampista, que restó importancia a los pitos que se oyeron en La Romareda durante el partido con el Sabadell. "Estábamos contra diez y no podíamos tener el balón, es normal que la gente se ponga un poco nerviosa", afirmó, al tiempo que tuvo elogios para la afición.

"En los partidos que he jugado en casa la afición ha estado de diez. Cuando nos han metido goles en el último minuto, nos ha cantado, y que estén así contigo ayuda a estar tranquilo y seguro de ti mismo y a que los rivales se sientan presionados", señaló. Por otra parte, el futbolista no cree que físicamente estén peor que otros equipos. "A estas alturas, casi todos los equipos llegan muy justos al final de los partidos. Además, nosotros hemos hecho cada uno una pretemporada, pero estamos trabajando muy duro para agruparnos y pronto llegaremos mejor", explicó.

Ruiz de Galarreta, que personalmente dijo haber ido de más a menos como el equipo, reconoció que la derrota ante el Barça B, que comenzó a diluir las buenas sensaciones del equipo hasta entonces, "fue un palo para todos".