La esforzada selección galesa de Gareth Bale se enfrentará contra Portugal en semifinales de la Eurocopa tras lograr una histórica remontada (3-1) contra una Bélgica descarada en ataque, pero que pagó cara su ingenuidad en defensa.

Con un Eden Hazard invisible, los belgas lograron adelantarse con un precioso disparo lejano de Radja Nainggolan al inicio del duelo de cuartos de final celebrado en Lille. Pero las concesiones defensivas de los diablos rojos permitieron a Ashley Williams empatar en la primera parte, a Hal Robson-Kanu adelantar a los suyos en la segunda y a Sam Vokes certificar al término del encuentro el la victoria más importante de Gales en el último medio siglo, que le permitirá seguir la aventura en Lyon el próximo 6 de julio contra los de Cristiano Ronaldo.

Bélgica arrancó el partido con desparpajo, haciéndose dueña del balón para no poner a prueba a su endeble defensa y a punto estuvieron de marcar en una triple ocasión en el minuto 6, con disparos a bocajarro de Romelu Lukaku, Maunier y Hazard que milagrosamente no acabaron en la red. Sí lo hizo, y de qué forma, el misil que en el minuto 12 se inventó Nainggolan, el inconfundible futbolista de la Roma con cresta amarilla y tatuajes en el cuello, que fabricó un imparable disparo con la pierna derecha desde 25 metros.

Pero Gales no se vino abajo con el marcador en contra y, aparte de alguna incursión al contraataque de Bale, más voluntarioso que incisivo, fue Aaron Ramsey quien creaba peligro en la meta belga. Mucho peligro. En el minuto 25 Thibaut Curtois salvó el empate cuando Neil Taylor estrelló contra el guardameta belga del Chelsea un medido centro raso que le había puesto desde la banda derecha el centrocampista del Arsenal.